viernes, 23 de noviembre de 2007

Literatura

CREACIÓN


Invitado
Edward Vanish



Fragmentos


Siluetea, siluetea,
el silencio con las manos.
Pasa la Luz,
el viento.
La dimensión, la centuria pasa.
La oyes tú... pero yo ¿dónde?

Avísame del paso
que a los cielos me precipito.
Tus pasos, las olas... ¿dónde los ves?
No hay despacio
al desnudo del verso.
¿Por qué te busco si no vas...?

Sello de ausencia.
Hoy mi cristal, me ahogas
y la excusa, sola eres...
Si apagasen
mis lumbres todas,
de modos te veré,
con las sombras diferentes.

Las hojas de ti
de piedra viven.
Reclamo de otoño.
Que sin olvido están... tus ojos.

Calas, y a lo profundo las ventanas,
y nombre a celo me provocas.
A mí me anidas... a mí.

Me esquivan las olas de Rojo,
sus almas por pétalos te prestan.
Cierran las manos y el tiempo
en bordados de Lino
¿Los vestirás tú?

La mar aprieta sola
y en puño su espuma
que el naufragio fue...
en cadenas.

Reflejo de aguas. No responde
y las ideas ¿son libres?
Mi mente enmudece
los ojos y las lágrimas de vino
en la memoria se esconden...
soledad o tú.

Él dice: "Yo soy. Uno".
Soy un signo en múltiples planos,
boceto de mucho lápiz
que a una animas,
que se funde...en verso entero.

No me calzan los segundos.
Y la horas ¿qué me dilatan?
Doy coces escarlata
para la noche absurda.
Ni la sombra tranquila
ni el refugio de almas.
El destino (que me espera)
sepa responder...

Descríbeme tu olas
que por delante te veo,
los movimientos, los movimientos,
los movimientos.
Me anticipo y de visión tu sueño
a una mirada que,
oculta al tiempo,
se resiste.

A veces soy camino al silencio…
o me pierdo como un pensamiento.
A veces un extraño, extranjero del tiempo
y límite contigo.

Te veo de lejos y no te toco…
He visto tus días todos
y me duermo siempre
sin saber cuál es el principio.

Tú, esencia de aire,
intento de suspiro.
Sueño de los que no duermen...
dime ¿qué color hay en el viento?

Me quiebro por la noche
que me debilita, que me acostumbra
a ser sombra aunque no haya ya… más Luz
¿Realmente estuviste ahí conmigo?

En cofre tu Sol.
Y asirlo si recuerdo
la camisa que pinté
Como lienzo para rocío.
No te acabes tú tampoco;
a la era vuelve,
a mi sequía no dejes de caer.

Él dice y es.Uno.
Él dijo y repetirá por siempre:
"Yo soy .Uno y todo."
Todo.
Todo por volver.
La espalda y una mirada.
Ya no vas...
¡Malditos los ojos porque me engañan!

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