miércoles, 30 de julio de 2008

EDITORIAL





Dos fuerzas determinan una democracia inequívoca: el congreso y la oposición. Estos dos componentes representan el equilibrio de poderes en todo estado. En el Perú, los poderes son tres: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Estos dos últimos deben fiscalizar y evaluar al primero, ora para avalarlo en sus decisiones, ora para reprimirlo en caso de atisbos de autoritarismo o abusos de poder. El legislativo es el congreso y (dentro de él) la oposición. El congreso, sobre todo, es el contrapeso que debe tener todo gobierno, para que se asegure la inviolabilidad y el respeto a la democracia.

La semana pasada lamentablemente en nuestro país la presidencia del congreso (PC) ha pasado a manos del oficialismo, con la elección del aprista Javier Velásquez Quesquén. El equilibrio de poderes se ha vulnerado. Pero el tema es más amplio. Por una cuestión de principios y de sentido común el partido oficialista no debió haber postulado a la PC, ya que es del propio gobierno que debió nacer la iniciativa de ser fiscalizado y regulado por la oposición. Pero no fue así. Postuló sin ningún remordimiento moral ni político y negoció (así se dice legalmente) con las otras bancadas sus votos, obviamente usando como objeto de venta (así se dice comercialmente) la mesa directiva del congreso (MDC), para terminar afirmando sin ningún reparo, antes de los resultados, que ya contaban con los suficientes para meterse la bolsillo la PC. A Velásquez Quesquén se le había escuchado en un audio antes, tratando de conciliar a dos congresistas sin partido y de no muy buena reputación, con el fin de garantizar su respaldo en la elección. A nadie le importo. Nadie puso un pero.

La oposición también ha sido debilitada. Al contrario de lo que se piensa, ésta no se conforma de los partidos ideológicamente opuestos al del gobierno (en este caso, el APRA vs Unión por el Perú y el partido nacionalista), sino que incumbe a todos los partidos que constituyen el congreso, ya porque deben cumplir con su función de equilibrar el poder, ya porque obviamente deben defender sus interese partidarios en la mesa directiva del congreso. Por tanto lo lógico es que todas las bancadas se unan mínimamente para conseguir la PC. Su mayoría (80) les aseguraría el éxito. Aquí nada de esto ocurrió .13 votos se le restaron con la bancada fujimorista, partido que nunca debió entrar al congreso porque representa la corrupción, que dicho sea de paso, es la única ideología que sigue. Y se salieron con la suya: primera vicepresidencia para el parlamentario fujimorista Alejandro Aguinaga. Por su parte los partidos ideológicamente afines al gobierno, optaron por rematar sus votos por algún espacio en la agenda de la MDC, en vez de hacer oposición, demostrando de este modo que llegaron al congreso para sacarle el mejor provecho posible a nuestras costas. Es así que la oposición queda reducida a dos partidos: UPP Y PNP, cuyo solo numero (42) habla de su fracaso en el congreso, y con esto el casi aniquilamiento de las dos fuerzas que garantizan la democracia en cualquier país.

Prueba palpable de esto es que la oposición, contrariamente a lo que se espera, no ha presidido hasta ahora, el congreso. La PC ha sido siempre del oficialismo: primero Mercedes Cabañillas, luego Gonzáles Posada y ahora Javier Velásquez Quesquén, todos apristas, súbditos del gobierno.
Es evidente que este descalabro de la oposición viene de más atrás. Siempre fue frágil. La prueba es que los dos últimos candidatos para la PC, Javier Bedoya de Vivanco y Víctor Andrés García Belaunde, no han provenido de UPP ni del PNP, sino de partidos con poca representatividad en el congreso y afines, más bien, a la política del gobierno.

La pregunta es entonces: ¿Hay oposición en el gobierno? ¿Quién tiene las riendas del congreso?¿Qué pasará en los próximo tres años sin un congreso independiente y con una oposición debilitada?¿Es posible una democracia cuando el poder se concentra en el ejecutivo? Tenemos un mal presagio al respecto, pero por lo menos, hemos aclarado las ideas.





G. P.

LAS COSAS QUE NO PASAN




Contradicciones del Mensaje Presidencial




Por Martín Barrera Tello
Comentarios: marbarrera@gmail.com









Una hora y cuarenta y cinco minutos le fue suficiente al presidente Alan García para dirigirse a la Nación en esta fiesta patria. El discurso del por muchos mejor orador del país, esta vez estuvo lejos de las otrora grandes alocuciones y pasó a ser casi tan técnico como indescifrable para la gran mayoría de peruanos. Los números expuestos de principio a fin por el Jefe de Estado, sólo dibujan una parte de la realidad del país, pero no sirven para plasmar el sentir de veintiocho millones de personas que conviven desde hace varios meses con el alza del precio de los productos de primera necesidad y la subida de una inflación que, aunque muchos no saben como se genera, si reconocen sus consecuencias.

Matemáticamente, el Perú avanza

Para el Ejecutivo y los apristas, el Perú se está convirtiendo en la versión moderna del país de las maravillas. Somos, como lo señaló García, la economía con menor inflación en la región (7%), además de haber crecido en un 9% durante el último año. Por si fuera poco, nuestras reservas nacionales llegaron a los 35 mil millones de dólares y, durante el tercer año del régimen aprista, se destinará 12 mil millones de dólares para infraestructura pública.

Pero eso no es todo. Según los números del presidente, tenemos un crecimiento en el número de exportaciones, la producción agrícola y el empleo formal (al 10% hasta mayo). Y en atención a los más necesitados, el Pronaa invirtió 550 millones en la lucha contra la pobreza.

Aunque no lo dijo, se deduce que consideran haber hecho mucho en relación al tema de seguridad ciudadana con la presencia de 13 mil nuevos policías y los 900 nuevos patrulleros. Y como para recordar su “armoniosa relación” con los presidentes regionales, anunció que se invertirá 18 mil millones de soles para estas jurisdicciones en el 2008. Además, para el 2009 se creará un hospital al mes, y el Instituto Nacional de Cultura (INC) tendrá un hermano gemelo: El Ministerio de Cultura.


No sólo de cifras viven los peruanos

El resumen de Alan García, con tintes del libro de álgebra de Baldor, es muy lejano para la población. Nada de cómo solucionar el diario incremento de la canasta familiar, ni mucho menos cómo sancionar a los funcionarios que cada semana son acusados por corrupción (como en los casos del Banco de Materiales, Ministerio del Interior o Cenfotur) o como frenar la ola de crímenes que se dan por el narcotráfico o la delincuencia.

Los pobres que no saben leer, mucho menos entenderán de porcentajes, y los alfabetizados por este gobierno tal vez hayan aprendido a escribir sus nombres, pero eso no los hace más acomodados si sus condiciones de vida siguen siendo precarias. Existen miles de peruanos sin agua, desagüe y energía eléctrica en la misma Lima Metropolitana. Del interior del país, en el cual García tiene niveles de aprobación muy bajos, mejor ni hablar.

Mientras en los hospitales del país aparecen, debido a la desatención del Estado, personajes como el “doctor taladro”; se cree estar en la capacidad de mantener un sistema de salud que con un hospital nuevo por mes. Palabras van y vienen, como cuando se prometió hace un año la puesta en marcha del “Pacto Social”. Hoy, se anuncia a los cuatro vientos la creación del Ministerio de la Cultura.
¿No sería mejor reorganizar el INC? Tenemos un ente que en la práctica se dedica exclusivamente a cuidar predios antiguos y nada más. Tal vez haya más carreteras, pero no el dinero para viajar en ellas. No existe más empleo, ha crecido el subempleo, que no es lo mismo. Existe una gran demanda en actividades de minería y construcción, pero no todos los peruanos se dedican a estas actividades.

Los jóvenes, que trabajan sin beneficios laborales bajo el sistema de Servicios No Personales, las amas de casa que la pasan mal cada vez que visitan los mercados, los trabajadores ganan un sueldo inferior al mínimo y gran parte de los ciudadanos que votaron por Alan García, saben que lo dicho ayer está muy lejano a la realidad. El Perú no avanza para ellos.

Mundo de Palabras

EN BUSCA DE UN RECUERDO
(5ta Parte)









Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com









Lo que más recordaba era una imagen de Cristo pero no en una pared sino dentro de un cajón transparente, muy probablemente de vidrio. La disposición de la misma hacía referencia a un momento posterior a la crucifixión porque Jesús estaba desnudo, lleno de sangre y con una corona de espinas (que se supone no debía llevar pero que aumentaba el dramatismo de la escena). Recuerdo también haberle cantado a Cristo aquellas canciones simples pero armoniosas de alabanza. En realidad siempre me atrajo el canto, por eso disfrutaba sobre manera aquel momento de la misa. De ella sobre todo recuerdo la solemnidad y la aparente paz de la que estaban pintados los asistentes. Debe ser porque fuera de la iglesia nada de eso era cierto; al otro lado de ella, la gente es vil y no respeta nada ni a nadie. Yo siempre admiré, por mi parte, el respeto y la tranquilidad que había en aquel lugar a pesar de que fuera consecuencia evidente de la obligación. Me hubiera gustado que la gente conservaran esa misma paz en todo momento.

La puerta estaba cerrada. No pude confirmar qué tan pequeña se había vuelto o qué tan deformado estaba su recuerdo. Aproveché para mirar desde allí mi alrededor. Reconocí la tienda casi en frente de la iglesia donde era el lugar opcional de nosotros los infantes cuando llegábamos muy temprano o luego de la misa no se resolvía en qué momento ir al colegio a recibir las clases de catequesis. Algunos de mis compañeros vivían por el lugar, muchos se conocían entre sí y otros como yo, vivían lejos. Eso hacía que la confianza entre nosotros fuera ínfima y la distancia emocional holgada.

Creí que la jornada había acabado con esta remembranza. No fue así. Decidí contemplar el lugar desde más de una perspectiva para así saciar mi apetito de añoranza. En este trance me pongo a leer unos afiches pasados en un portón contiguo a la iglesia, con el fin de buscar en ella la fecha más antigua. Estaban ilegibles. En cambio logré darme cuenta que el portón era el de un colegio. Me vino entonces instantáneamente la imagen del lugar donde se había efectuado la ceremonia de la primera comunión, donde recibí la hostia y me vestí de pantalón azul, camisa blanca y corbata también azul. Allí había sido. Sabía que no era en la iglesia ni en el colegio que acababa de visitar, tampoco recordaba que estuviera al lado de la iglesia; sin embrago así era.

Aún conservo algunas fotos de la ceremonia, donde figuran además de mi familia, un compañero de ese entonces (por cierto más callado que yo, o quizás más indiferente), una catequista de otro grupo, de la cual no tengo ninguna imagen mental pero sé que existió, y el Padre al cual casi le muerdo la mano a la hora de recibir la hostia, a causa de mi habitual nerviosismo multiplicado por lo nuevo y mediático de la circunstancia. Pienso que para nadie es extraño el hecho de que los ridículos por los que hemos pasado en nuestras vidas sean sellos particulares de nuestras etapas más importantes.

OSTRACISMO

Sobre el Pensamiento Racional y el No-Pensamiento

(2da Parte)










Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com









Con respecto al no-pensamiento, tenemos como ejemplo la iluminación que propone el Budismo. La aniquilación del Ego, que ya nos hemos dado cuenta lo ilusorio y dañino que puede ser, es uno de los aportes de esta filosofía a la humanidad. Es un gran método el desvirtuar al pensamiento dual para alcanzar un contacto más real, sincero, con el mundo. Libre de dicotomías y contradicciones, el hombre no es más un objeto para los otros ni para sí mismo. El hombre así no está separado de la realidad, por vez primera está en ella, es parte suya. Es un ser más cercano a las sensaciones, la intuición, a su naturaleza. Las cosas están libres de definiciones, de interpretación. Las experiencias libres de pensamiento. La igualdad con todo lo que nos rodea es algo que se puede sentir.

No obstante, yo tengo un pero. Repruebo el hecho de que so pretexto de paz y armonía los hombres dejen de lado el pensamiento racional. Como ya he ejemplificado, no es la perspectiva dual la que nos vuelve desdichados; es lo que hacemos o cómo tomamos aquel conocimiento descubierto. Los pensamientos son sólo presa de nuestros deseos.

Digo que un hombre que cree que lo tiene todo, que no ambiciona nada, que ve en lo simple riqueza, que evita los conflictos, que vive lejos de lo mundano, de la ciencia y del caos diario, puede ser menos humano de lo que se piensa. Es un ser indiferente, engañado en cierto sentido. Las cosas nunca están bien. La vida es un movimiento hacia delante, no un hecho dado. Debe ser fantástico convivir con la naturaleza, sin preocupaciones. Sin embargo el hombre es más que eso; el hombre no es sólo animal. Si no hubiera nada de qué preocuparse, seguramente vivir así sería ideal. Pero no es el caso. El hombre a causa de su irracionalidad, de sus deseos y complejos, ha sembrado el caos en el mundo. Y no es exactamente apartándose de él que solucionará las cosas.

No tendría nada de vergonzoso por tanto, valerse de su racionalidad para resolver problemas. Sería más bien, natural. Porque hay algo que lo diferencia de los otros animales: su inteligencia. He aquí su sello particular. Al final, el hombre nunca evitará el pensamiento; puede huir de él, pero no eliminarlo. Intentar deshacerse de él de forma completa representa para el budista seguramente un esfuerzo diario, constante, interminable, yo diría, inútil.

Oponer estos dos métodos (el pensamiento racional y el no-pensamiento) es igual de vano. No hay que ser muy inteligentes para darse cuenta que ambos tienen sus ventajas y desventajas. Es, sí, de hombres sensatos soslayar las últimas y quedarse con las primeras. El pensamiento racional es una gran arma; el no- pensamiento, una actitud frente a las cosas. Podemos ser más felices usando ambas en vez de ver en ellas dos cosas opuestas. Mi intención no ha sido poner una encima de otra, sino más bien hacerlas coincidir en nuestro provecho.

CURSO DE SABIDURÍA DE LA ESENCIA : CLASE 10









Por Fabrizio Davelouis Valega
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fabrizioemptiness@hotmail.com








Se clasifican como sigue:

Forma: Pensamiento Rígido.

Sensación: Pensamiento Luminoso.

Pensar: Pensamiento Permeativo.

Impulso: Pensamiento de Escondible.

Conciencia: Pensamiento Infinitesimal.

Así que, el componente básico del Cs es PENSAMIENTO.

Del proceso de la formación del Cs, sabemos que se mantiene cambiando siempre todo el tiempo.

Por lo tanto, según la definición de la naturaleza, el Cs no es la naturaleza del Cm. ¿Cuál es la naturaleza del Cm?

Con la discusión de arriba, podemos contestar a la pregunta con certeza de que el corazón de Buda es nuestra naturaleza, la última o absoluta o la naturaleza intrínseca.

Características esenciales del corazón de Buda [BH]:

1. BH es la naturaleza intrínseca de cada ser vivo.

2. BH es la verdad final y realidad del Universo.

3. BH es un Corazón Puro. Este no es un cuerpo compuesto.

4. BH es omnisciente, omnipresente, pero no omnipotente.

Buda nos dice que no hay individuos omnipotentes en el universo.

Por eso cada uno de nosotros puede ser independiente y libre para construir su manera de vida según las leyes causales.

En este aspecto, todos los seres vivos son iguales.

5. BH es un campo del corazón de omnisciencia con la luz omnipresente de la sabiduría, brillando en todas partes, en el universo de Dharma.

6. El campo del corazón de Buda es un campo equitativo, sin disipación, y conservativo.



















EL VIAJERO DE LA NO MENTE: EPISODIO IV


Por Fabrizio Davelouis Valega
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martes, 29 de julio de 2008

LO VEMOS?






Por Pablo Lazo Valverde
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domingo, 20 de julio de 2008

Editorial

EDITORIAL




Creemos que existe una perspectiva equivocada de la población con respecto a las protestas. Se equivocan la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y el Gobierno al medir de manera cuantitativa la insatisfacción popular. Suponiendo que esta perspectiva fuera la correcta, tendríamos que éste no atenderá las demandas de gremio alguno si es que no logra convocar a cierto número de manifestantes. ¿Tiene esto algún sentido? ¿La cantidad tiene algo que ver con que una demanda sea justa o no? Aun más: ¿Qué sucedería si estuviéramos ante una dictadura y en consecuencia, los protestantes no fueran muchos a causa de la represión a pesar de que sus reclamos tuvieran fundamento? ¿El paro tenía que ser un éxito para ser escuchado? ¿El Gobierno tiene que jactarse del fracaso de una protesta social para ser más democrático? Pienso que deberíamos reflexionar al respecto.

Como mencionamos en nuestra editorial anterior, previmos que Jorge Del Castillo haría lo que fuera por desprestigiar el paro del 9 de julio y limpiar de polvo y paja al Gobierno. Al final, nunca habló con los organizadores de la jornada. Es decir, como Primer Ministro no hizo nada. Habló, sí, con Mario Huamán, Secretario General de la CGTP, pero para Radio Programas del Perú. ¿Por qué? Porque en un encuentro como este no adquiriría ningún compromiso y a la vez aprovecharía para exponer la posición del oficialismo frente al paro. Mejor aun: lograría su objetivo de quedar bien con la población simulando un diálogo con el gremio. Que se subraye que el Premier asistió a un encuentro en el cual no estaba obligado a escuchar ni a acordar nada. Simplemente no hubo diálogo. De parte del Ejecutivo, el Presidente opta por el populismo, condecorando a “Los Jotitas”, a Juan Diego Flórez y Luis Horna (colgándose de este modo de éxito ajeno que nunca apoyó) en vez de mostrar voluntad política para oír a la CGTP y a su pliego de reclamos.

Sobre el spot televisivo en contra del paro, es de interés nacional que se sepa por quién (o quiénes) fue financiado. Tiene que aclararse si fue el Partido Aprista o la Presidencia del Consejo de Ministros (presidida por Jorge Del Castillo) quien ideó esta estrategia publicitaria. Si es verdad como declara Mauricio Mulder, Secretario General del APRA, que su partido fue el que la encargó, y qué hay detrás del informe presentado por un medio donde la agencia de publicidad Mediaplan Comunicaciones SAC consigna como su cliente a la PCM.

Es necesario que en el Congreso se conforme una comisión especial que investigue el hecho. Esta iniciativa debe provenir de su presidente, el Sr. Gonzáles Posada (lamentablemente aprista), si se quiere mostrar imparcialidad y que el Congreso cumple con su función de equilibrar los poderes del Estado.
Desde otro punto de vista, es evidente que lo trascendental es el efecto que el spot causó en la población. ¿Las palabras de un hombre como Vladimiro Montesinos, que es un procesado por múltiples delitos, pueden ser utilizadas por los oficialistas para moldear la conciencia de los peruanos? ¿Comulga el APRA con las ideas de un asesino y corrupto? ¿La opinión del ex jefe del SIN tiene alguna credibilidad o es acaso ejemplizante?

Desde aquí tenemos que afirmar que tanto si el Gobierno o el Partido Aprista se oponen a que se esclarezca este asunto como si se comprueba que la PCM utiliza los fondos del Estado para beneficio propio, estaremos frente a un acto de autoritarismo que el pueblo tendrá que detestar.

Hablando del paro en sí, lamentemos y repudiamos lo ocurrido en Trujillo, donde la compatriota Lucy de la Cruz Otiniano, una gestante de 19 años, murió de desangramiento porque la ambulancia que la llevaba al hospital César Vallejo, no pudo llegar a su destino a causa de que unos manifestantes impidieron su libre tránsito. Acerca del incendio de la sede del gobierno regional de Madre de Dios, hay que precisar que éste se produjo en el marco de otra protesta que se inició el lunes 7 de julio en dicho departamento, fundamentalmente en contra de “La Ley de la Selva”, promovida por este gobierno y que malbarata territorios a favor de capitales extranjeros; con que no fue consecuencia directa del paro nacional.





G. P.

sábado, 19 de julio de 2008

EDITORIAL

EDITORIAL




Creemos que existe una perspectiva equivocada de la población con respecto a las protestas. Se equivocan la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y el Gobierno al medir de manera cuantitativa la insatisfacción popular. Suponiendo que esta perspectiva fuera la correcta, tendríamos que éste no atenderá las demandas de gremio alguno si es que no logra convocar a cierto número de manifestantes. ¿Tiene esto algún sentido? ¿La cantidad tiene algo que ver con que una demanda sea justa o no? Aun más: ¿Qué sucedería si estuviéramos ante una dictadura y en consecuencia, los protestantes no fueran muchos a causa de la represión a pesar de que sus reclamos tuvieran fundamento? ¿El paro tenía que ser un éxito para ser escuchado? ¿El Gobierno tiene que jactarse del fracaso de una protesta social para ser más democrático? Pienso que deberíamos reflexionar al respecto.

Como mencionamos en nuestra editorial anterior, previmos que Jorge Del Castillo haría lo que fuera por desprestigiar el paro del 9 de julio y limpiar de polvo y paja al Gobierno. Al final, nunca habló con los organizadores de la jornada. Es decir, como Primer Ministro no hizo nada. Habló, sí, con Mario Huamán, Secretario General de la CGTP, pero para Radio Programas del Perú. ¿Por qué? Porque en un encuentro como este no adquiriría ningún compromiso y a la vez aprovecharía para exponer la posición del oficialismo frente al paro. Mejor aun: lograría su objetivo de quedar bien con la población simulando un diálogo con el gremio. Que se subraye que el Premier asistió a un encuentro en el cual no estaba obligado a escuchar ni a acordar nada. Simplemente no hubo diálogo. De parte del Ejecutivo, el Presidente opta por el populismo, condecorando a “Los Jotitas”, a Juan Diego Flórez y Luis Horna (colgándose de este modo de éxito ajeno que nunca apoyó) en vez de mostrar voluntad política para oír a la CGTP y a su pliego de reclamos.

Sobre el spot televisivo en contra del paro, es de interés nacional que se sepa por quién (o quiénes) fue financiado. Tiene que aclararse si fue el Partido Aprista o la Presidencia del Consejo de Ministros (presidida por Jorge Del Castillo) quien ideó esta estrategia publicitaria. Si es verdad como declara Mauricio Mulder, Secretario General del APRA, que su partido fue el que la encargó, y qué hay detrás del informe presentado por un medio donde la agencia de publicidad Mediaplan Comunicaciones SAC consigna como su cliente a la PCM.

Es necesario que en el Congreso se conforme una comisión especial que investigue el hecho. Esta iniciativa debe provenir de su presidente, el Sr. Gonzáles Posada (lamentablemente aprista), si se quiere mostrar imparcialidad y que el Congreso cumple con su función de equilibrar los poderes del Estado.
Desde otro punto de vista, es evidente que lo trascendental es el efecto que el spot causó en la población. ¿Las palabras de un hombre como Vladimiro Montesinos, que es un procesado por múltiples delitos, pueden ser utilizadas por los oficialistas para moldear la conciencia de los peruanos? ¿Comulga el APRA con las ideas de un asesino y corrupto? ¿La opinión del ex jefe del SIN tiene alguna credibilidad o es acaso ejemplizante?

Desde aquí tenemos que afirmar que tanto si el Gobierno o el Partido Aprista se oponen a que se esclarezca este asunto como si se comprueba que la PCM utiliza los fondos del Estado para beneficio propio, estaremos frente a un acto de autoritarismo que el pueblo tendrá que detestar.

Hablando del paro en sí, lamentemos y repudiamos lo ocurrido en Trujillo, donde la compatriota Lucy de la Cruz Otiniano, una gestante de 19 años, murió de desangramiento porque la ambulancia que la llevaba al hospital César Vallejo, no pudo llegar a su destino a causa de que unos manifestantes impidieron su libre tránsito. Acerca del incendio de la sede del gobierno regional de Madre de Dios, hay que precisar que éste se produjo en el marco de otra protesta que se inició el lunes 7 de julio en dicho departamento, fundamentalmente en contra de “La Ley de la Selva”, promovida por este gobierno y que malbarata territorios a favor de capitales extranjeros; con que no fue consecuencia directa del paro nacional.





G. P.

Lo Vemos?


Por Pablo Lazo Valverde
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cavaliny@hotmail.com


























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domingo, 13 de julio de 2008

EDITORIAL




Creemos que existe una perspectiva equivocada de la población con respecto a las protestas. Se equivocan la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y el Gobierno al medir de manera cuantitativa la insatisfacción popular. Suponiendo que esta perspectiva fuera la correcta, tendríamos que éste no atenderá las demandas de gremio alguno si es que no logra convocar a cierto número de manifestantes. ¿Tiene esto algún sentido? ¿La cantidad tiene algo que ver con que una demanda sea justa o no? Aun más: ¿Qué sucedería si estuviéramos ante una dictadura y en consecuencia, los protestantes no fueran muchos a causa de la represión a pesar de que sus reclamos tuvieran fundamento? ¿El paro tenía que ser un éxito para ser escuchado? ¿El Gobierno tiene que jactarse del fracaso de una protesta social para ser más democrático? Pienso que deberíamos reflexionar al respecto.

Como mencionamos en nuestra editorial anterior, previmos que Jorge Del Castillo haría lo que fuera por desprestigiar el paro del 9 de julio y limpiar de polvo y paja al Gobierno. Al final, nunca habló con los organizadores de la jornada. Es decir, como Primer Ministro no hizo nada. Habló, sí, con Mario Huamán, Secretario General de la CGTP, pero para Radio Programas del Perú. ¿Por qué? Porque en un encuentro como este no adquiriría ningún compromiso y a la vez aprovecharía para exponer la posición del oficialismo frente al paro. Mejor aun: lograría su objetivo de quedar bien con la población simulando un diálogo con el gremio. Que se subraye que el Premier asistió a un encuentro en el cual no estaba obligado a escuchar ni a acordar nada. Simplemente no hubo diálogo. De parte del Ejecutivo, el Presidente opta por el populismo, condecorando a “Los Jotitas”, a Juan Diego Flórez y Luis Horna (colgándose de este modo de éxito ajeno que nunca apoyó) en vez de mostrar voluntad política para oír a la CGTP y a su pliego de reclamos.

Sobre el spot televisivo en contra del paro, es de interés nacional que se sepa por quién (o quiénes) fue financiado. Tiene que aclararse si fue el Partido Aprista o la Presidencia del Consejo de Ministros (presidida por Jorge Del Castillo) quien ideó esta estrategia publicitaria. Si es verdad como declara Mauricio Mulder, Secretario General del APRA, que su partido fue el que la encargó, y qué hay detrás del informe presentado por un medio donde la agencia de publicidad Mediaplan Comunicaciones SAC consigna como su cliente a la PCM.

Es necesario que en el Congreso se conforme una comisión especial que investigue el hecho. Esta iniciativa debe provenir de su presidente, el Sr. Gonzáles Posada (lamentablemente aprista), si se quiere mostrar imparcialidad y que el Congreso cumple con su función de equilibrar los poderes del Estado.
Desde otro punto de vista, es evidente que lo trascendental es el efecto que el spot causó en la población. ¿Las palabras de un hombre como Vladimiro Montesinos, que es un procesado por múltiples delitos, pueden ser utilizadas por los oficialistas para moldear la conciencia de los peruanos? ¿Comulga el APRA con las ideas de un asesino y corrupto? ¿La opinión del ex jefe del SIN tiene alguna credibilidad o es acaso ejemplizante?

Desde aquí tenemos que afirmar que tanto si el Gobierno o el Partido Aprista se oponen a que se esclarezca este asunto como si se comprueba que la PCM utiliza los fondos del Estado para beneficio propio, estaremos frente a un acto de autoritarismo que el pueblo tendrá que detestar.

Hablando del paro en sí, lamentemos y repudiamos lo ocurrido en Trujillo, donde la compatriota Lucy de la Cruz Otiniano, una gestante de 19 años, murió de desangramiento porque la ambulancia que la llevaba al hospital César Vallejo, no pudo llegar a su destino a causa de que unos manifestantes impidieron su libre tránsito. Acerca del incendio de la sede del gobierno regional de Madre de Dios, hay que precisar que éste se produjo en el marco de otra protesta que se inició el lunes 7 de julio en dicho departamento, fundamentalmente en contra de “La Ley de la Selva”, promovida por este gobierno y que malbarata territorios a favor de capitales extranjeros; con que no fue consecuencia directa del paro nacional.





G. P.

Sobre el Pensamiento Racional y el No-Pensamiento

(1era Parte)










Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com









Es mi opinión que la oposición que se hace entre pensamiento racional y no-pensamiento es absurda. Supongamos que un hombre a través del pensamiento racional se objetive, es decir, que se convierta en objeto de estudio de sí mismo. Si un hombre repasa intencionalmente sus experiencias pasadas y actitudes con el único fin de lograr un conocimiento personal está haciendo uso de este tipo de pensamiento. Si no nos valiéramos de este método sería imposible llegar a una verdad, sería imposible acumular conocimiento. El hombre no podría ser consciente de sus aptitudes y debilidades, no podría enfrentar mejor el futuro luego de asumir errores pretéritos. No es entonces mecanicismo ni falta de humanidad el pensar, fraccionar mentalmente la realidad sin tocarla. Un error sería lo siguiente: Que luego de analizarse u obtener un conocimiento casi completo de sí mismo, este hombre diga para sí: Soy genial. Soy mejor que los demás, he hecho muchas cosas importantes en mi vida, tengo ventajas sobre los otros, por tanto debo ser tratado con deferencia. De hoy en adelante no toleraré que se me trate diferente. Desde ahora no puedo andar con cualquiera. Este hombre sí estaría trastocando la realidad. Después de haberla dividido en su mente, querrá hacer lo mismo con la vida, con todo lo que está en el exterior y no tiene nada que ver ya con la razón. Este hombre empezará a crear aquella farsa y estupidez que es El Ego. Vivirá todo el tiempo una fantasía y querrá que las personas y el mundo se adapten a ella. Nada más existirá. Esto, por supuesto, no se corresponde con el pensamiento racional. Es un pensamiento, sí, y se servirá del primero para auto generarse, sin embargo responde a un móvil irracional, quizá inconsciente, donde la razón está excluida.

Con respecto al no-pensamiento, tenemos como ejemplo la iluminación que propone el Budismo. La aniquilación del Ego, que ya nos hemos dado cuenta lo ilusorio y dañino que puede ser, es uno de los aportes de esta filosofía a la humanidad. Es un gran método el desvirtuar al pensamiento dual para alcanzar un contacto más real, sincero, con el mundo. Libre de dicotomías y contradicciones: el hombre no es más un objeto para los otros ni para sí mismo. El hombre, de este modo, no está separado de la realidad, por vez primera está en ella, es parte suya. Es un ser más cercano a las sensaciones, la intuición, a su naturaleza. Las cosas están libres de definiciones, de interpretación. Las experiencias, libres de pensamiento. La igualdad con todo lo que nos rodea es algo que se puede sentir.

HUMOR ETERNO
(Homenaje a Chespirito)







Las agujas del reloj me recuerdan lo rápido que pasa la vida. Sus infinitas vueltas me marean tanto que a veces deambulo entre mi sencilla infancia y mi incierto presente. El tiempo pasa y la gente posa y los años pesan. Y doy pasos hacia el pasado para recoger los consejos que los adultos ahora ya no me dicen porque creen que soy grande. Pero yo no quiero serlo y renuncio a mi edad, a mi trabajo y su sueldo, a mis ideologías, a mi traje formal y a mi televisor a color. Busco en el antiguo Sony blanco y negro al primer sabio que conocí cuando tenía cinco años con la misma devoción del discípulo de algún filósofo griego. Él estaba allí, pero también en los último modelo de pantalla plana y control remoto, en un sinnúmero de DVD, en el diccionario de la RAE y en el corazón de millones de personas. Me trata como niño y soy feliz.


Los que miden el tiempo y el espacio dicen que Roberto Gómez Bolaños nació en la Ciudad de México el 21 de febrero de 1929. Pero para el resto del mundo, este personaje es tan universal como eterno y tan gracioso como satírico. Su vida, de la cual se ha dicho tanto, es su mayor obra de arte. A Elsa Bolaños, la secretaria bilingüe que se negó a abortar, le debemos el mito latinoamericano más grande de la pantalla chica. A Francisco Gómez Linares, famoso retratista azteca del siglo XX, le agradecemos su influencia para caricaturizar al género humano. A Agustín Delgado, director cinematográfico de las décadas del 50 y 60, le reconocemos esa profética comparación con William Shakespeare (o Güiliam Chekspir, como lo llamamos los hispanohablantes).


Antes de ser Chespirito, coqueteó con el boxeo y la ingeniería. Romances efímeros que dejó por la belleza de las letras. Así, desde 1950 fue guionista para diversos espacios de radio, televisión y cine. Su talento no tardó en ser reconocido por la audiencia de la Cadena Telesistema que no se perdía ningún capítulo de los programas “Cómicos y Canciones” y “El estudio de Pedro Vargas”, éxitos de la pluma de Gómez Bolaños entre 1960 y 1965. Viruta, Capulina y Cantinflas también deleitaban a Latinoamérica gracias a los libretos de este gigante de un metro sesenta. Sus creaciones cada vez eran mejores porque, a diferencia de los que escriben para vivir, él vivía para escribir. Por ello, en 1968, la novel Televisión Independiente de México le da la oportunidad de plasmar su obra más allá del papel.


La media hora semanal de “El ciudadano Gómez” y “Los súper genios de la mesa cuadrada” (programa donde apareció el Doctor Chapatín), fue el boceto del universo en el cual, años después, diera vida a “El Chapulín Colorado” (1970), un niño en el cuerpo de un héroe; y “El Chavo del 8” (1971), un héroe en el cuerpo de un niño. Y fueron tan perfectos que se diferenciaron de todo lo antes creado: se le dio un espacio televisivo a cada uno de ellos en horario estelar y fueron difundidos desde México hasta la Patagonia. La estrella colorada, cuyos superpoderes eran unas antenitas de vinil, un chipote chillón, unas pastillas de chiquitolina y una chicharra paralizadora, unió a toda Latinoamérica a vista e impaciencia de los diablos verdes, rojos y rayados que por entonces luchaban por dominar el mundo.


Por su parte, aquel niño cuyo nombre quisiera enterarme, sucio de apariencia y limpio de corazón, empezó a hablar en el idioma de Shakespeare, de Dante Aliguieri, de Tolstoy, de Goethe y de Cohelo. Con él, los asiáticos estaban chinos de la risa. Y habitó favelas, Villas Miseria y Asentamientos Humanos. Convirtió al mundo, lleno de ricos y pobres, en una vecindad que reía, a la misma hora y por el mismo canal, olvidándose por un momento de sus diferencias y preocupaciones.


A finales d la década de los 70, él y su elenco visitaron Sudamérica. Llenaron el Estadio Nacional de Santiago como si fueran once futbolistas liderados por Iván Zamorano, desbordaron las graderías del Luna Park sin las poses excéntricas de Charly García e hicieron de Lima una procesión en un mes que no fue octubre. En 1983, su espectáculo llenó dos veces el Madison Square Garden de Nueva York. El estilo humorístico de Chespirito siguió creciendo y el genio continuó creando nuevos personajes: El Chómpiras (1973), Chaparrón Bonaparte y Vicente Chambón (ambos en 1980).


Bajo la batuta de Roberto Gómez Bolaños, Florinda Meza, María Antonieta de las Nieves, Carlos Villagrán, Ramón Valdez, Edgar Vivar, Angelines Fernández, Horacio Gómez y Raúl “Chato” Padilla se convirtieron en íconos de la comicidad mundial. La vecindad son ellos y sólo ellos. Así lo entienden los abuelos, los padres, los hijos y los nietos de todo el mundo. Su versatilidad que los mantiene en vigencia los llevó a la pantalla grande con las películas “El Chanfle” (1979), “El Chanfle 2” (1982) y “El Charrito” (1984).


Pero el mundo no dejó de girar y el genio no paró de crear. En 1992 montó la obra “11 y 12”, la comedia con mayor número de presentaciones en la historia del teatro mexicano. También a publicado los libros “Poemas y un poco más” (2003), “El diario del Chavo del 8” (2005) y “Sin querer queriendo” (2006).


Con 79 años, dice que se retira de los espectáculos en público. Ha escogido al Perú para empezar su despedida, pero no creo que le alcance el tiempo para recibir todo el afecto de sus admiradores. Llegó en julio para adelantar la fiesta de la patria, para ser condecorado en el Congreso y para hacer reír abiertamente a un alcalde que está siempre con la boca cerrada. A casi un año del devastador terremoto, su presencia es todo un cataclismo que hace vibrar a todos sus seguidores desde Tumbes hasta Tacna. Sujetos tan humildes como el Chavo que quizás él nunca llegue a conocer, pero que le demuestran su cariño en las calles, en los exteriores del hotel y en los lugares donde se presenta con la única intención de darle las gracias. Palabra que todos quisiéramos decirle frente a frente y que me empujó a escribir estos párrafos.


Al Chavo del 8 le debo no tener vergüenza de la pobreza. Saber ayudar al prójimo así no tenga una moneda en el bolsillo. A convivir en armonía con gente que es (o cree ser) más acomodada. A valorar la amistad y ver la vida con optimismo aún en las circunstancias más adversas y a asumir la orfandad con humor.


Al Chapulín Colorado le debo mis acciones más heroicas cuando nadie apostaba por mí. A entender que “los superpoderes no hacen al héroe”. También a entender que el miedo, síntoma que el común de la gente mira como debilidad, puede ser una fortaleza en la medida que se pueda controlar en situaciones extremas.


A Chaparrón le agradezco que me haya demostrado que el mundo sin locura sería más aburrido. También a creer y admirar a mis amigos, aunque todos crean que estamos fuera de nuestros cabales. Al Chómpiras lo recuerdo cada vez que necesito creer que la vida siempre te da otra oportunidad, igual que al ratero de poca monta que fue reinsertado en la sociedad.


A Chespirito le debo reírme junto a mi padre durante las pocas horas que estábamos juntos en casa. A ver feliz a mamá pese a estar muy enferma. También me enseñó a terminar rápido mis tareas escolares para que pueda ver su programa. Hacía de las derrotas de Alianza Lima en los clásicos menos tortuosas y me ha ayudado a hablar (y por ende a escribir) respetando al castellano. Con él la vida duele menos y el mundo no me pesa tanto. Dividió mi existencia – y la del humor latinoamericano y mundial – en dos etapas: aCH y dCH. Y tal como sucede en algunas narraciones divinas, Chespirito parece tener el inevitable destino de la eternidad.














G. P.



EPISODIO III : HACIENDO UN CAMINO SIN ANDAR








Por Fabrizio Davelouis Valega
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• Porque los sentimientos suelen ser engañosos, a veces por creer que amamos podemos hacer mucho daño.
• Esa es una actitud pesimista.
• Si así es, por que estoy hablando sobre una posibilidad de muchas otras, pero que generalmente eso es lo que suele ocurrir por eso también sabes que soy realista, la sociedad global del sistema mundial al que todos pertenecemos en este planeta, se basa, en su mayoría, en falsos criterios y el asunto del amor no es la excepción.
Observa ¿Qué modelos de relaciones de pareja muestran los medios de comunicación? ¿Cuáles son los fundamentos del amor que tienen estas relaciones? Observando y luego reflexionando te darás cuenta de que todo lo que se muestra como amor entre enamorados, novios o esposos se basa sólo en el disfrute del ego.
• Santiago, ¿Pero eso que tiene que ver con Lucero y tú?
• Tiene que ver mucho por que al parecer ella también pertenece al sistema de la sociedad, en cuerpo y mente.
• ¿Y tú no?
• Yo también, pero sólo físicamente, por que mi mente está en proceso de emancipación del sistema de la sociedad.
• ¿Y cuáles son esos falsos criterios sobre las relaciones de pareja?
• ¿has visto alguna vez una película de amor? ¿Has visto algún capitulo de alguna telenovela? ¿Has leído alguna obra de amor? Todos muestran relaciones afectivas basadas en el disfrute del ego.
El disfrute del ego o el disfrute del yo, es el motor de la vida humana actual, como te explicaré las relaciones afectivas sólo son uno mas de los aspectos que de la vida humana que se desarrollan basados en criterios falsos.
Este disfrute del yo es la razón de vida de muchos seres, humanos y no humanos,
Te explicaré con un ejemplo:
Una persona que se llama Juan ve a otra persona por primera vez, llamada María, luego Maria a su vez ve también por primera vez a Juan.
En esta situación pueden ocurrir varias cosas, supongamos que a Juan, Maria le parece una mujer muy bella y supongamos que a Maria Juan le parece un hombre muy atractivo.
Debido a que ambos disfrutan de la apariencia del otro se desearán, en consecuencia se acercarán el uno al otro y conversarán.
Aquí también pueden ocurrir varias posibilidades, supongamos que conversan y en la conversación ninguno dijo nada lo suficientemente opuesto a la personalidad de cada uno, entonces puede ser que empiecen a salir con intenciones de formar algún tipo de relación de pareja, para continuar disfrutando cada uno con la presencia del otro, el disfrute obtenido es diverso, desde el mas sutil utilizando solamente un órgano de los cinco sentidos, que puede ser quizás, el de ver a la otra persona y disfrutar de su belleza física, hasta el mas denso que es utilizar los cinco sentidos para disfrutar a la otra persona, que puede ser por ejemplo el coito.
En resumen el motor que siempre movió a ambos para formar esa relación de enamorados fue el deseo de disfrutar, y cada uno de ellos a quien quieren hacer disfrutar es principalmente a su yo.
La búsqueda del disfrute del yo, incluyendo sus diversas variantes, es lo que plantea la sociedad actual como objetivo primordial en la existencia humana.
En nuestra sociedad global quien logra alcanzar los mayores medios para satisfacer los deseos de su yo sin perjudicar al resto puede ser considerado una persona que tuvo éxito en la vida humana.
• entonces ¿Tú no piensas así?

• Felizmente o lamentablemente, depende como decidas verlo, ya no.
• Y ¿cómo así llegaste a esa conclusión?

• Al reflexionar sobre el propósito de la vida humana, por un tiempo pensé que nuestro planeta y nuestra sociedad humana sería mejor si en vez de buscar la manera de disfrutar, buscamos la manera de que todas las personas y seres que nos rodean disfruten, sin embargo después llegue a una nueva conclusión, si sólo buscamos hacer que cada ser que tengamos cerca disfrute, muy probablemente nos imposibilitaríamos de disfrutar, tratar de practicar eso seria utópico para casi la totalidad de seres.

Posteriormente concluí que lo más beneficioso sería en todo momento buscar el equilibrio entre el deseo de disfrute del yo y el deseo del disfrute de los otros.
Sin embargo, en meditación profunda sentí que mi yo existía en el yo de los otros y el yo de los otros existía en mi.
Pero lo que en verdad ocurría era que logré llegar a un estado en el que el yo y los otros se disuelven en una sola cosa, por que los diversos yo de cada Ser en realidad son virtuales, no existe mi yo, no existe el tuyo, no existe ninguno, sin embargo existe algo que es común a todos.
• Ese algo ¿Es dios?


• Algunos eligen pensar que es dios, pero para mi es algo más profundo que la noción de dios, por que recuerda que en el sistema global también existe la idea de un dios paternalista y todopoderoso.

• Ah si, en todas las religiones se habla de un dios paternalista y todopoderoso.

• No en todas, por que en algunas se habla de muchos dioses quizás no todos en la misma jerarquía de poderes pero si con tendencias paternalistas, en la única religión en la que no se habla de ningún dios paternalista y todopoderoso es en el Buddhismo, esa es una de las cosas por la cual el Buddhismo para mi no es religión pero que por utilizar métodos que las demás religiones utilizan es clasificada por los que la conocen exteriormente como religión.
• Pero Santiago tu sabes que a mi nunca me ha interesado las religiones ni siquiera creo en dios por que soy ateo ¿Por qué me hablas de dios?
• Sé que tu eres una persona que busca verificar por si mismo para creer, al revés de lo que dicen algunas religiones, no lo considero un habito malo sino uno muy positivo, porque la herramienta inicial para alcanzar la verdad de todo es el intelecto,
• No te incomodes yo no te estoy hablando de dios, sólo que es necesario tratar ideas relacionadas con la idea de dios para poder explicarte mejor sobre ese algo que existe al cual sólo te estoy tratando de invitar a que lo verifiques por ti mismo, por que precisamente para ser entendido a cabalidad sólo puede ser verificado por uno mismo, debido a ello si yo te estuviera hablando de dios o de religión me ceñiría a libros sagrados, sin embargo esto que te estoy explicando no necesariamente tiene que ser un tema religioso, para mi esto es mas profundo que lo que hablan las religiones.
• Entonces ¿Cómo puedo conocer algo que no me puedes explicar?
• Rodrigo tengo que enseñarte la manera para que lo verifiques por ti mismo, por que no puede ser descrito con palabras y quizás sólo pueda ser descrito con imágenes…











CURSO DE SABIDURÍA DE LA ESENCIA : CLASE 9












Por Fabrizio Davelouis Valega
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Formación de los cinco skandhas o de los elementos del Cs:

Se ha tomado al ojo como ejemplo.

1. Forma (otros 4: Sonido, olor, gusto, tacto)

2. Sensación (Percepción y sensación): Percepción: La recepción de la información, de los cinco polvos que se transforman en “cinco imágenes mentales” que también son llamadas las “cinco formas internas o polvos”.
Sensación: Bueno, malo, mezclado, y neutro.

3. Pensamiento (o Percepción): El proceso rudimentario de la información recibida de los cinco órganos: ojo, oído, nariz, lengua y cuerpo. Después de que la información es digerida, es enviada a la conciencia.
Pensar es la actividad de la sexta conciencia entonces, ordena al cuerpo a las acciones. El cuerpo es una herramienta.
4. Impulso: Una fuerza que transmite la información entre el pensamiento y la sexta conciencia.

5. Conciencia: tiene ocho capas: Los primeros cinco conciencias de los cinco órganos, la sexta, la séptima, y de la octava conciencia. Las primeros cinco conciencias realizan funciones simples para recibir los cinco polvos del exterior y transformarlos en cinco imágenes mentales. La sexta conciencia contempla en el nivel consciente. Su función es como una calle de ida y vuelta.
En la ida procesa y almacena temporalmente la información de los Skandhas de pensamiento; y en la otra, también envía y recibe la información de la séptima conciencia. La séptima conciencia almacena la información que afecta las características y el medio ambiente del renacimiento de una persona en la vida próxima. La octava conciencia es una casa de almacenaje para la historia total del karma personal de tus vidas pasadas.
Los cinco ítems que conforman la conciencia se llaman, en Sánscrito, Skandhas que significa “agregados o conglomerados”. El Shurangama Sutra nos instruye que todos, los Skandhas son básicamente pensamientos de diversas características.



















HISTORIA DE DOS QUE JUGABAN






Por Abel Peralta Quiroz
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mr.ritchmond@hotmail.com



Doy unas vueltas en mi carro
mirando con mucha atención sus piernas
agradado que nunca seré
parte de su cielo o de
su infierno

Charles Bukowski





I
Estaba sentado de medio lado con las piernas cruzadas, los brazos caídos sobre el regazo, y la sien apoyada en uno de sus hombros, en uno de los extremos de aquella solitaria banca de piedra ubicada bajo la sombra de un viejo roble, junto al museo de las Artes, en la entrada de parque Rivadavia, cuando atiné a pasar por allí (acaso) por pura casualidad, saliendo de la biblioteca municipal y llevando bajo el brazo un grueso volumen con la recopilación de los cuentos de Cortázar para terminar de leerlos en casa. Venía con el tiempo un poco adelantado, cosa ya de por sí muy rara para un tipo como yo, acostumbrado a llegar tarde siempre a todos lados. Tenía extendido a lo largo del pesado bloque de granito, un tablero de ajedrez con las fichas perfectamente talladas en madera, muy bien ordenadas, esperando el paso de un contrincante, como un joven de culebrón mexicano (que sin saberse desamado) espera vestido en el altar a una novia incierta. Volteé la mirada para no toparme con la suya, vidriosa de seguro por una o varias noches de alcohol y algo más, pero antes de que pudiera de encontrar en el horizonte un punto donde fijarla, alzó el brazo, y mostrándome el huesudo índice me índicó el espacio que estaba inevitablemente reservado para mí, invitándome a enfrentarlo, con su voz hueca:


-Jugás?



Era un viejo escuálido, con unos cuantos mechones plateados que le brillaban al sol y el duro pellejo curtido pegado a los huesos de la cara, que le daban un lúgubre aspecto de muerto vivo. Llevaba puestos además de una camisa ensuciada con las salsas de algún almuerzo lejano, pantalones de vestir remendados con telas de colores similares pero ninguno de su tono, y unas pesadas botas negras de militar de los tiempos de la dictadura. Todo en él era tan sucio y viejo que daba pena mirarlo, aunque valgan verdades, en vurtud de mi triste situación económica, no estaba en condiciones de compadecerme de nadie.


Me senté frente a él sin decir nada, junto a las fichas blancas y tras calcular el tiempo que tenía por delante, tiré el tercer peón de la derecha al casillero 3c. Me miró muy fijamente, un tanto confundido, y corrigió mi jugada moviendo mi peón un casillero más adelante (no es necesario explicar que se debe salir con uno de los peones dos casillas adelante en el primer movimiento). Hasta entonces nunca había jugado una partida completa y sólo tenía una muy ligera noción del movimiento de sus piezas por un amigo de la secundaria que era campeón interescolar y que un día ya lejano, buscando un sparring permanente, intentó enseñarme sin éxito los misterios de aquel deporte inmemorial. Movió casi instintivamente uno de sus peones dos pasos adelante, como debía hacerse, y yo tardé más de cinco minutos antes de decidirme lanzar al ataque (a locas) uno de los caballos en un movimiento tan arriesgado como ilógico. La partida terminó de sólo diez minutos más tarde, de modo que no tuve inconvenientes para seguir mi camino sin prisa hasta la fonda de Rodolfo, donde había quedado de encontrarme con mi madre, a quien no veía desde hacían seis años, pues se rehusó a visitar en la cárcel a aquel hijo (para mala fortuna)suyo que le había salido torcido a pesar sus denodados esfuerzos por hacerlo un hombre de bien, que incluyó enviarlo toda la secundaria a un colegio internado, buscando protegerlo de las malas juntas, pero que a fuerza de encierros, lo que consiguió fue curarlo para siempre de la claustrofobia de su primera infancia.



II
No sé en qué momento empezamos a tener un selecto trío de espectadores alrededor nuestro, mientras jugábamos sin prestar atención a nuestro entorno. Caí en cuenta de ello cuando sus rostros tan disímiles entre sí se me hicieron harto conocidos a fuerza de verlos vernos jugar durante meses (aunque hoy que escribo esto, no logro encontrarlos entre los recuerdos de los primeros meses que empezamos a jugar). Ahora era otoño y aunque sus vestimentas habían cambiado con la estación, eran los mismos tres de siempre: El primero, un moreno fornido con cara y cuerpo entrenado para las artes de la lucha, de mirada altiva y rasgos pétreos. El segundo era mas bien bajito y barrigón, con una nariz peligrosamente afilada, y la expresión de niño bueno que le hacía simular una permanente sonrisa en los labios. El último, un joven apuesto y elegante como pocos, llevaba siempre el cabello perfectamente peinado hacia atrás con gomina y un impecable traje azul de funcionario importante. Algunas veces pude reconocer otros espectadores esporádicos, que se detenían un momento a observarnos o darnos algunos consejos a uno y otro en voz muy baja, pero lo suficiente alto para ser oídos, antes de continuar con su rumbo a la nada, perdiéndose para siempre (felizmente para siempre) en la metrópoli bonaerense. Pero aunque fueron numerosos, sólo tres resistieron al paso de los meses, llegando siempre por separado, deteniéndose impávidos bajo la sombra del viejo roble, que ahora lucía desnudo de hojas, para presenciar nuestra única partida, que eran siempre derrotas mías, pues a pesar de los esfuerzos, siempre jugaba sin estrategia, probando movimientos imposibles y desoyendo los consejos de los tres de siempre, a los que estábamos prohibido de mirar de frente y no sólo por estar concentrado en el juego.



III
Tenía tan solo nueve años cuando sufrimos la dolorosa pérdida de nuestro padre, que postrado en una cama se fue extinguiendo a plazos, víctima de una penosa enfermedad que nunca tuvo un diagnóstico certero. Entonces nos vimos obligados a abandonar nuestra feliz convivencia familiar con los abuelos en su casa de Formosa, y buscar refugio en un estrecho cuartucho de una vieja quinta en el barrio de Flores muy cerca del restaurante donde mamá trabajaba lavando platos y fregando pisos. Ahí nos hicimos hombres en medio de una pobreza desesperante, a pesar de los esfuerzos de nuestra progenitora que no se daba abasto para mantener a su prole y a la vez cuidar de ella...


Fue ahí también que un día del invierno de mis diesiséis, tras el desalojo inevitable al que estábamos condenados por los seis meses de renta impaga, la vida nos agarró por el cuello y nos lanzó sin misericordia al mundo, a buscar nuestras oportunidades fuera de la cálida protección de nuestra bondadosa madre. Una década más tarde, y encerrado en mi mugros habitación, seguía esperando pacientemente la mía, alternando largas horas de ocio absoluto (y no por decisión propia), con otras tantas de lectura de algunos escritores a los que había conocido por una fugaz novia culta que tardó más en cruzarse en mi camino que en desaparecer para siempre (felizmente para siempre… y las partidas de ajedrez de los sábados con Enrique, el viejo escuálido al que, a pesar de nuestra convivencia sabatina de dos horas, no le había dirigido una sola palabra desde la tarde en que, camino a la fonda de Rodolfo para reencontrarme mi madre, nos sentamos por primera vez para jugar a inicios del verano.


IV
Aquel sábado de fines de otoño supe que había llegado el momento de arriesgar un poco más e intentar ganar por primera vez una partida. Había progresado notablemente en el juego, tal vez lo suficiente como para intentar sorprenderlo. Al mediodía almorcé de pie en el comedor de la pensión para pobres, ubicado a dos cuadras del edificio ruinoso de la calle Libertador, cuya última habitación al lado derecho del angosto corredor del séptimo piso, que alquilaba por la irrisoria suma de treinta pesos semanales que, por mi ya crítica situación económica, pagaba con las escasas monedas que por caridad familiar me enviaba mi hermana con regularidad. Después subí a descansar unos minutos, y me tendí en la cama para repasar algunas estrategias predeterminadas que había visto explicadas al detalle con dibujos y flechas en un libro descosido e incompleto que compré (regateando) por veinte pesos, que me robé a mí mismo del dinero de mi alimentación, en la feria de Mataderos, y que en las últimas semanas estuve ensayando en partidas solitarias en la tenue oscuridad de mi triste habitación; me bañé por primera vez en quince días, y erguido frente al espejo me vestí con lo mejor que encontré en el cajón de la ropa: un pantalón de pana color gris, y una camisa blanca, casi nueva, con ridículos pliegues verticales sobre el pecho, que había pertenecido antes a mi hermano menor, y que en mi última visita a la vieja casa familiar donde quizá por última vez en lo que me queda de vida, me reuní con mi madre y mis hermanos para pasar las fiestas de fin de año, rescaté de las garras del fuego al que inexorablemente estaba condenado no tanto por su estado como por la tradición absurda de incinerar la ropa del pasado con la ilusión de que la ventura del nuevo año te traiga nueva y de mejor calidad. El afilado viento de agosto me azotó la cara cuando, con quince minutos de retraso por una inesperada urgencia del estómago, salí al encuentro de mi destino…



Doblé en la calle Talcahuano y seguí por Corrientes tres cuadras. Crucé la pista de dos vías con dirección al parque Rivadavia, seguramente muy concurrido a esas horas; seguí hasta la esquina del museo de las Artes. Sentado con las piernas cruzadas, los brazos caídos sobre el regazo y la sien apoyada en el respaldar, estaba mi rival, con su aspecto de muerto vivo, esperándome con una sonrisa cómplice que rápidamente cambió por su habitual mirada fría y distante. Media hora después se completó el espectáculo sabatino con la presencia de los espectadores. Llegaron como siempre, separados y con quince minutos de diferencia entre uno y otro; siguieron la partida muy atentos, sin hablar entre ellos pero emitiendo susurros a cada movimiento nuestro. En un momento, agobiado por la presión de la inminente victoria, pensé en desistir del ataque que estaba intentando, y tirarme para atrás, lo que mi contrincante aprovechó para llevarse uno de mis alfiles y el último de mis caballos, en dos sucesivas movidas magistrales, y parecía mi oportunidad tenía que esperar una semana más. Sin embargo logré reponerme, amparado en una jugada sospechosa que pareció una omisión piadosa (pero que en las charlas posteriores en nuestro seguro escondite en Chubut se negó a reconocer como una ventaja en mi favor). Quince minutos después coloqué la reina en el casillero 6g, alineado en diagonal con uno de los alfiles, intentando el ataque por los flancos; pero no se dio por vencido y buscó el escape detrás de la reina con un enroque largo. Lancé la torre desde mi línea defensiva a posición de ataque horizontal. Fue el tiro de gracia…


Era la señal que había estado esperando por largos nueve meses, desde el día aquel que, tras abandonar la fría celda 45 del pabellón C de la Cárcel de Magdalena, donde pagamos con seis largos años de condena la osadía de intentarnos llevar quinientos mil pesos del Banco Nación, alguien hizo llegar a la casa de mi madre aquel trozo de papel con una nota cifrada como las que sólo sabía hacer él con su enorme talento para el mal, dándome las instrucciones de aquel juego necesariamente largo, lo suficiente para despistar a la policía que seguramente vigilaba nuestras casas, así como los bares y fondas que frecuentábamos, sortear sin problemas la estricta prohibición de no mantener contacto entre ex reclusos, reagruparnos nuevamente y volver a nuestras andanzas. Alcé la mirada por encima de sus hombros, y miré hacia el frondoso verde artificial, por cuyo extremo opuesto ingresaba un nutrido grupo de manifestantes, que salían a protestar contra el gobierno, que entonces se estaba cayendo a pedazos, con con un mandatario que en esos momentos estaba negociando su salida a cambio de un exilio seguro en Europa.



–Bien.– Dijo adelantándose al paso de la multitud, que ahora llegaban al centro del parque, gritando arengas contra el presidente. –El golpe será dentro de tres días. El punto es el Banco Francés de Reconquista. Santiago – dijo señalando al negro que ahora movía muy sutilmente la cabeza de arriba abajo, asintiendo en silencio – entra primero conmigo. Claudio y Mariano después, y empieza la jarana. – Tú y Maxi reducen a los polis, y nos cubren las espaldas desde la puerta. Las armas me las entregarán mañana y se las hago llegar con Ileana. Habrá dos autos de escape en Puerreyedón y San Martín. Lo demás es el procedimiento de siempre. ¿Entendido?

– Entendido – dije.


Mundo de Palabras

EN BUSCA DE UN RECUERDO
(3ra Parte)









Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com








El próximo destino era la cancha que se encontraba en la parte posterior del pabellón donde habíamos estado y que coincidía con la del colegio mismo. Allí hacíamos las dinámicas grupales.

Recién cuando bajábamos, mi niño recién despertado se fijó en las escaleras, en esa transición que tienen algunas antes de continuar ora hacia arriba, ora hacia abajo. Se formaba así una especie de balcón desde el cual se podía observar la cancha siempre vacía (seguramente así porque íbamos solo los domingos). Recuerdo haberme detenido en mi infancia más de una vez en dicha transición, tal vez para jugar o simplemente para ver el colegio desde otra perspectiva. Uno de los pabellones del colegio donde me toca votar en las elecciones tiene una estructura similar. Con razón y al subir al segundo piso, cierta curiosidad me levaba a reparar en ese balcón que daba a la espalda del pabellón. La explicación era que me remontaba a esta transición. La inconciencia a veces nos depara esos juegos.

Es extraño pero a pesar de que me parecía que todo en el lugar había cambiado, con la loza deportiva no había pasado lo mismo. Estaba exactamente igual, del mismo tamaño de antes. No lo había agigantado mi recuerdo infantil o el tiempo no lo había tocado. Era genial. Me recuerdo en uno de los extremos de la cancha, cerca del arco de ese lado, ansioso por saber a qué jugaríamos con la pelota que habían traído los catequistas. Los recuerdo dándonos las instrucciones para la dinámica. Me paré a propósito en el mismo sitio. Yo siempre callado, no porque realmente lo fuera sino porque era muy lento para agarrar confianza con los desconocidos. Al parecer mi actitud intrigaba a los otros niños, que luego se me acercaban a hacerme mil preguntas. Lejos de ayudar eso me aturdía más. Los niños se tornaban extraños; así como unos se acercaban a hablarme, otros me ignoraban por completo. No era como en el colegio. Debe ser porque sólo los veía una vez a la semana. Era como un comienzo eterno, sin lugar al conocimiento.
En esencia el lugar no había cambiado, las paredes estertores de los salones, esa parte desierta entre ellos y la cancha, que recién reparaba era una pequeña pista de atletismo. Siempre me pareció aburrida, sólo retrasaba la diversión que significaba arribar a la loza y luego alargaba nuestro cansancio a la hora de volver al aula.

Hubiera querido quedarme a jugar cualquier cosa, pero no había con qué. Tuvimos que irnos.

Le conté todas estas cosas a mi huésped. La jornada del recuerdo había formalmente acabado. Ahora volvía más o menos a la realidad. El me contó que había venido a ver su hermanito, que ensayaba una danza seguramente para una actuación cercana. De repente pensé en el futuro de este colegio. Seguro tendría para muchos años más, aunque me parecía algo antiguo, quizás tanto como el colegio Guadalupe de Lima, pues aun conservaba silos en vez de baños modernos. Nos sentamos a conversar un rato. En mi caso quería terminar de asumir lentamente el hecho de haber llegado al lugar de mi memoria. Luego de que llegó su hermano, salimos por fin del colegio. ¿Lo volvería a ver?¿Regresaría alguna vez?

Alcides Espelucín se llamaba. Había tomado el nombre de uno de los amigos de César Vallejo, quien era mi referente poético y humano. “¿Por qué tuvo que llamarse de este modo?” me pregunté, aunque ya nada me parecía extraño aquel día. Me pregunto si sabia jugar play. Imaginé adónde quería llegar. A mí me habían dejado de gustar los videojuegos desde que comencé a prepararme para la universidad. De adolescente, sin embargo, me fascinaban sobre todo los de lucha. Nunca fui un buen jugador. No me sabía casi ningún truco. Debe ser por eso que me fue fácil olvidar todo aquel entretenimiento sin sentido. Pensé, no obstante, que lo menos que podía hacer por Christian era aceptar su propuesta. Le dije “Claro, vamos… aunque sea un rato”. Recordé que sólo hacía una semana había jugado soccer con mis amigos, sólo por complacerlos. Supuse que esta vez lo haría mejor y que Christian no se burlaría tanto del dubitar de mis dedos con los botones y mi mente totalmente desconectada del propósito del juego: ganar.