lunes, 11 de agosto de 2008

Las cosas que no pasan




Una vez más arana*, Alan García




Por Martín Barrera Tello
Comentarios: marbarrera@gmail.com









De un tiempo a esta parte nuestros políticos parecen hacer hasta lo imposible para convencernos de su falta de vergüenza. Primero, el oficialismo y el fujimorismo (con un descarado cinismo) tranzan por debajo de la mesa para ganar la Presidencia del Congreso. Luego los perdedores, que nunca pudieron consolidar una oposición cohesionada, forman pequeños grupos en el Legislativo con la finalidad de alcanzar por lo menos la presidencia de alguna de las comisiones para el siguiente periodo parlamentario. Después, el Presidente García presenta un mensaje lleno de cifras tan abstractas como las ciencias matemáticas, olvidando tal vez que somos los últimos en Latinoamérica en esta rama del conocimiento.

Lourdes Flores por su parte, dice que García es el “presidente de los ricos”, además de una serie de acusaciones que no le sirven de nada en el ajedrez de la política nacional. Alberto Fujimori celebra su cumpleaños con un exclusivo concierto en su celda dorada a vista y paciencia (y tal vez consentimiento) de las autoridades del INPE del gobierno aprista. De Ollanta Humala mejor ni hablar, porque su silencio es casi tan imperceptible como su participación en la escena de la opocisión. Y a Antero Flores Araoz se le olvidó de la noche a la mañana su intención de apresar a la bailarina que posó desnuda con la bandera, en un ataque de amnesia sólo comparado con el de aquel congresista que en el pasado fue ácido crítico de García y ahora forma parte de su Gabinete en la Cartera de Defensa.

A la Ministra de Transporte las decenas de muertes en las carreteras peruanas parecen no hacerla pensar en una renuncia al cargo, al igual que hace casi un año cuando todo el Perú vivió el colapso del servicio de telefonía celular y ella seguía en su oficina como si nada hubiera pasado; mientras Luis Alva Castro se mantiene más seguro que nunca en el Portafolio del Interior, para peligro de quienes transitamos a diario por las calles de Lima y el país. Por si fuera poco, Agustín Mantilla demuestra el poder que aún tiene frente al presidente García, y coloca a un amigo suyo en uno de los puestos claves del gobierno. Y él, al igual que quien lo recomendó, es un personaje que no se caracteriza por su ejemplar trayectoria como funcionario sino que, para no desentonar con todo lo antes mencionado, es un digno representante de nuestra actual clase política.

Su nombre es Carlos Arana Vivar y es el flamante director del Fondo de Compensación para el Desarrollo Social (Foncodes). El mismo que fue viceministro de Construcción y Saneamiento y sólo permaneció en el cargo 48 horas; y que meses después fue designado jefe del programa Agua para Todos, donde no pudo permanecer más de dos semanas, ahora será el encargado de manejar el gasto de los programas sociales del gobierno. No es un técnico especialista en este tipo de gestiones sino un militante aprista con mucha influencia en el partido, razón tal vez más que suficiente para volverle a dar una tercera oportunidad en el régimen de Alan García.

¿Pero su nombramiento es una casualidad o el respaldo a su capacidad? Que Arana Vivar sea militante del partido de la estrella echa por tierra la posibilidad de que su elección haya sido un albur. Por otra parte, la acusación que le hizo el Consejo Superior de Contrataciones y Adquisiciones del Estado (Consucode), cuando la empresa que el representaba usó documentación falsa para renovar su inscripción como ejecutora de obras y participar en las licitaciones del Estado, pinta de cuerpo entero su proceder como empleado público.

Arana no cuenta con todos los requisitos que un funcionario debe tener, pero es aprista. Tal vez no sea su especialidad manejar presupuestos, pero conoce a la perfección las estrategias para manejar masas y campañas en una época en la que ya no falta nada para el periodo de elecciones presidenciales. En sus manos estará terminar de sensibilizar a las personas que se benefician con los programas de asistencia social del Estado.

Y la Ministra de la Mujer, de cuya cartera depende Foncodes, sólo observa. Susana Pinilla saluda el nombramiento de Arana, y dice que es la persona más capacitada del grupo de candidatos que podría ocupar la jefatura de esta institución. Otra mentira. Y Alan García, que durante los últimos días se deshizo en halagos para este personaje durante una inauguración de obras, cree que los peruanos no tenemos memoria.

Las cosas no han cambiado mucho, pero dicen que el Perú avanza. Un arana* más de nuestro presidente.


*arana.
1. f. Embuste, trampa, estafa. (DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deberia haber mas criticos con tu estilo en los medios de comunicacion.