sábado, 28 de junio de 2008

Editorial

div align="center">EDITORIAL

El Primer Ministro Jorge del Castillo probablemente dirá en los próximos días que la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú) se rehusó a dialogar con él y que hizo todo lo posible por evitar el paro del 9 de julio. Su único objetivo: dejar bien parado al gobierno y echarle la culpa de todo a la oposición, la izquierda y el pueblo. Todo es mentira. Jorge del Castillo dice que conversó con los promotores del paro y llegó a un acuerdo con ellos. Falso. Los gremios sindicales que prometieron el viernes 27 del presente no asistir a esta paralización no son los que la propusieron.

¿Con quiénes se reunió el Premier? ¿Qué intensión va a tener de dialogar si no habla con los verdaderos protagonistas del hecho, si no escucha sus demandas? Su única intención parece ser la de simular un acuerdo inexistente y vernos la cara.

Miente también del Castillo cuando afirma que el presidente no pudo estar en la reunión porque en ese momento se encontraba en provincia. Estuvo sí, en Huancavelica, pero en la mañana, no en la tarde, hora en la que se dio la cita con los gremios. Un medio impreso informó que Alan García prefirió reunirse con empresarios mexicanos en Palacio de Gobierno, dato que no nos sorprendería para nada.

Entonces ¿Qué pretende el Primer Ministro? ¿Por qué miente? Otra vez, por supuesto, para disimular tolerancia e interés por los problemas de la población, montando así una farsa que luego será divulgada en los medios como la única verdad.

Ahora bien, lo que se espera es que Alan García, en caso no tenga el deber legal de escuchar a la CGTP, tiene en cambio el deber moral como Jefe de Estado que es, de mostrar una voluntad política de diálogo con el pueblo, en vez de sólo mandar a segundones como quien quiere evitarse problemas.

De lo contrario, ¿a qué le teme el presidente? ¿Por qué su indiferencia? ¿Teme equivocarse otra vez acaso y descender en las encuestas? ¿Tanto le molesta hablar con los peruanos? ¿Le somos despreciables o nos considera inferiores?

Es lamentable, además, ver cómo en un diario tan conocido y leído (lo cual no dice nada de su calidad) como El Comercio, se hable de un “Moqueguazo”, es decir, se compara una demanda social (demanda por cierto, con base ya reconocida por este gobierno) con un hecho terrorista como el “Andahuaylazo”. ¿Por qué este diario de derecha (o promotor de ésta) pretende relacionar el derecho a la protesta con la violencia extrema? La respuesta es simple: porque este diario conservador y reaccionario no quiere ningún cambio para el país, pretende que todo siga como está, pues él mismo forma parte de aquellos grupos de poder que viven de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo. Este diario no cree en las huelgas, en la conformación de sindicatos ni en la legítima inconformidad del pueblo ante el abuso de poder y un mal gobierno. Nosotros le preguntamos: ¿de qué otro modo Moquegua hubiera sido escuchada? ¿Desde cuándo se venía reclamando esta reivindicación social? ¿No era acaso genuino su reclamo? ¿Acaso no accedió de alguna forma el gobierno a su pedido? Entonces, ¿por qué “Moqueguazo”?

A un acto terrorista no se le premia, señores de El Comercio. Y si el pueblo tiene otra vez que bloquear carreteras y secuestrar (la palabra no admite eufemismos porque a veces lo moral sobrepasa lo legal) a policías, que fueron quienes empezaron la agresión, para poder ser escuchados, tengan por seguro que tendrán todo nuestro apoyo.

Hay muchas preguntas a las que hay que contestar antes de creer el cuento del diálogo en nuestro país y del gobierno exitoso de nuestro mandatario. Los hombres de derecha y los conservadores harán todo lo posible por intentar engañarnos, pasarle la pelota a la izquierda (ya bastante desprestigiada en estos tiempos de “globalización”) y quedar como los buenos de la película, mintiéndonos y riéndose en nuestras caras de manera impune. ¡No lo permitamos!
G. P.

No hay comentarios: