domingo, 29 de junio de 2008

Las cosas que no pasan

El mito del libre mercado









Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com








Para las empresas extranjeras colocar sus productos en un país que no le pone ninguna traba para hacer negocio propio, representa el paraíso. De esto es lo que se trata el libre mercado. Sin embargo éste ha demostrado ser en los hechos, más bien, una utopía. Tomemos como ejemplo los productos agrícolas subsidiados por sus países de origen. Traídos a competir con los nuestros, sin ningún apoyo del estado (que, por supuesto, no es rico) .Si a esto le agregamos el hecho de que dichos productos no pagan impuesto alguno a la hora de entrar en nuestro suelo, no sólo vuelve la competencia injusta, sino sobre todo, absurda.

A lo que quiero llegar es que los mismos hombres de derecha no pueden dejar de admitir que sin ninguna forma de intervención por parte de los países sobre su producción, exportación e importación, el tiro les puede salir por la culata dentro de este mito que es el libre mercado. Incluso se les podría acusar de falsedad cuando por un lado piden la no intervención en materia comercial de los estados y por el otro, los mismos países capitalistas son los más proteccionistas con sus productos a la hora de entrar en mercados ajenos. Es decir que nos quieren ver la cara cuando usan a sus muñecos parlantes en nuestro congreso, hablando en favor de la inversión extranjera y la apertura del mercado, como si esto nos fuera a llevar indefectiblemente al desarrollo. Si no sólo fijémonos en las consecuencias nefastas de estos procedimientos a escala mundial. Ahora se especula con los alimentos. Estos se encarecen al estar relacionados con el incremento del precio del petróleo (la energía está incluida en los costos de su producción) y de la demanda de los biocombustibles, que es consecuencia del primero. Mientras nuestro presidente y ministros se llenan la boca hablándonos de crecimiento económica y diciéndonos que la minería trae progreso, todos los días a través de los medios; lo cierto es que para nosotros, que somos un país de pobres, el precio del arroz es ahora de 4 soles, el de pollo de 7 y el alza en el precio de los combustibles incrementará los pasajes (nosotros no vamos en auto, Sr. Presidente). Hay una población entera enferma por el mercurio y otra desplazada completamente por los estragos de la extracción de metales en Cerro de Pasco. El mito del libre mercado ha sido develado hace mucho. Que el pueblo no sea más víctima de la prepotencia y la demagogia. Nosotros estamos de su lado.

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