Editorial

No vino, lo trajeron:

Habíamos culminado la edición de la tercera entrega de nuestro blog, cuando el Perú despertó con la exultante noticia de la Resolución de la Corte Suprema de Chile, en la que se acepta la extradición del otrora prófugo ex presidente, y la ejecución de la misma.
Desde nuestra postura, estamos a la expectativa de lo que ocurra en adelante con el señor Fujimori, pues si bien se ha dado un gran paso, queda aún mucha tela por cortar, para demostrar, esta vez en nuestros tribunales, el grado de culpabilidad en los casos que se le imputan. De comprobarse los mismos, estaríamos ante la debacle de una agrupación política que hasta hace unos pocos años atrás controlaba el Estado a su antojo...

EDITORIAL

Sobre el problema entre los pobladores de los distritos de Ayabaca, Pacaipampa y Carmen de la Frontera, y la minera Majaz, es importante no irse por las ramas. Por una parte no llegar al extremo de desestimar, como lo ha hecho el presidente Alan García, un acto tan democrático como una Consulta Vecinal sin efectos vinculantes, cuando existe un malestar de la población. Y por otra, dirigiéndonos a dichos distritos, no cerrarse al diálogo al tomar la justicia en sus manos. La cuestión clave es: si la minera Majaz es capaz de explotar el cobre sin contaminar los ríos de las provincias de Ayabaca y Huancabamba, y la población así lo entiende, entonces no debería haber problemas.

El segundo paso está en demostrar a la población de que será así. Si en una discusión uno tiene la razón no hay por qué agredir a nuestro interlocutor. Si el presidente está convencido de que Majaz puede cumplir con dicho requisito, que lo demuestre. El pueblo puede no estar muy informado pero estúpido no es. Si usted, señor presidente, les da razones, no habrá conflicto qué evitar. Demuestre con argumentos que se explotará el cobre sin dañar el medio ambiente, y los pueblos Ayabaca, Pacaipampa y Carmen de la Frontera darán luz verde al proyecto Río Blanco.

Es necesario, sin embargo, recordar quién tiró la primera piedra. Quién ninguneó la legítima manifestación de expresión de estos pueblos cansados de discriminaciones. Quién dijo que pasaría por encima de cualquiera con tal de conseguir que el capital extranjero ateste nuestro país, a modo de cualquier dictadura con fachada derechista.

Incluso hay una contradicción en las manifestaciones del Jefe de Estado cuando da a entender que es a través de las ONGs que Chile pretende castrar nuestra pretensión de ser el primer explotador de cobre a nivel sudamericano, cuando no tuvo en su momento los pantalones para admitir que Chile retrasaba el fallo de su Corte Suprema con respecto al caso Fujimori, mientras planeaba acuerdos comerciales con el Japón. En verdad, extraña que el presidente sea a veces muy diplomático y otras totalmente imprudente en sus declaraciones. Debería actuar como el procurador Omar Chehade que supo cuándo ponerse la camiseta (exponiendo su reputación) y ahora podemos festejar la extradición de Alberto Fujimori; y es que guerra avisada no mata gente.

Volviendo al meollo del asunto, si el gobierno pretende apoyar a la minera Majaz , entonces tendrá que convencer al pueblo con razones y no desdeñando su punto de vista ni pisoteando sus derechos ciudadanos. Demostremos, señor Presidente, identificación tratando a los compatriotas como iguales, y espíritu democrático, escuchando las opiniones divergentes.


Dado el resultado de la Consulta Vecinal llevada a cabo el domingo 16 del presente, usted ya conoce la postura de estos pueblos piuranos. Si, como dice, tiene francas intenciones democráticas, invitará al pueblo al diálogo, expondrá su punto de vista, expresará el suyo, llegarán a un acuerdo, y luego se podrán tomar decisiones; en caso contrario, decidirá el futuro de los demás desde su despacho en Lima, provocará el descontento popular, buscará reprimirlo por la fuerza (muchas veces asolapada en la legalidad) y lo único que obtendrá es más inconformidad y más sed de justicia.

G. P.