martes, 22 de enero de 2008

Literatura

POESÍA EN EL TANGO
(1ra. Parte)






Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com






A mi modo de ver en el área musical, estamos asistiendo a lo que he convenido en llamar la “Época del cover”. Seguramente esta afirmación me acarreará muchos detractores, sin embargo confío en que por lo menos la idea general no se podrá refutar. Mi tesis es que la música ha devenido en una parodia de sí misma. Luego de que el sintetizador desplazara a las orquestas y que los cantantes hayan optado por rescatar temas del pasado no se sabe si por impotencia o por un sincero culto a lo verdaderamente artístico; tenemos que resignarnos al parecer, a escuchar a una Shakira con voz nasal debido a su pésima impostación vocal y a una orquestación electrónico-imaginaria que deja de lado la especialización de los músicos en cada instrumento. Lo que realmente llama la atención es que los jóvenes oyentes nunca son informados sobre quién es el verdadero autor de los temas que escucha, viviendo de este modo en la ilusión de que su cantante favorito es alguien fuera de lo normal, cuando en realidad es un ser castrado en su creatividad y vetado para hacer algo mínimamente elaborado.

No pienso extenderme más al respecto. A lo que iba con mi rodeo es a que lo que debería hacer la música actual no es plagiar la calidad ni apoderarse de los méritos de sus antecesores, sino más bien, aprender de ellos, es decir, no robarles una canción, sino aprender a hacer una. ¿Y cómo lo lograrían? Pues dando un vistazo retrospectivo a la concepción anterior que se tenía de la música y a la técnica que se utilizaba para llegar a tales niveles cualitativos.

Espero con esto haber aclarado el punto. Volviendo al tema en sí de la poesía en el tango, no es algo descabellado proponerlo en cuanto no todo lo que se escribe en nombre de la poesía lo es en verdad. Tal vez muchos contemporáneos míos no lo sepan pero, quienes hacían los letras de los tangos no eran simples letristas sino poetas en todo el sentido de la palabra (búsquense los nombres de Alfredo Le Pera, Enrique Santos Discépolo y Celedonio Esteban Flores). Había una orquesta con su respectivo director, uno o más cantantes (que conocían por cierto la palabra “técnica vocal, al igual que sus colegas los operistas) y un infaltable poeta. Los aportes del grupo hacia sí mismo eran autónomos y revalidados por todo el conjunto. Indefectiblemente el resultado de esta suma de libre creación con solvente talento, sólo podía destellar calidad y resaltar por su pulcritud.

“El tango está lleno de pesimismo”, dicen algunos.”El tango es serio”, dicen otros. En los ejemplos que daré podremos dilucidar un poco de lo primero y otro poco de lo segundo, pero a la vez, mucho más. Obviamente hay pocos tangos que puedan hacer de poemas, así como hay muchos poemas que distan mucho de ser poesía. Tal vez la comparación viene al caso luego de ver con tristeza la insuficiencia tanto las letras de las canciones de hoy como en los versos de la última poesía. Parece que copiar lo ya ha hecho seguirá siendo una tendencia hasta que por fin empecemos a desarrollar nuestra sensibilidad y dejemos de rehuirle a la dificultad que va de la mano con todo compromiso artístico.


Adiós muchachos

C. Vodani y J. Sanders

Es Dios juez supremo, no hay quién se le resista,
ya estoy acostumbrado su ley a respetar,
pues mi vida deshizo con sus mandatos
al llevarse a mi madre y a mi novia también.


Los dados eternos

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomadote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
Tú no tienes Marías que se van!

Para el poeta el desenlace de los hechos en la vida es un fallo de un juez llamado Dios, que no toma en cuenta para nada la opinión de los juzgados: nosotros.

Tal es el resentimiento del autor que se permite ser sarcástico con el mismo Dios. Primero afirma que está acostumbrado su ley a respetar para inmediatamente después inculparlo de deshacer su vida al llevarse a su viejita y a su novia también.

Si contraponemos esta dos estrofas (la primera de la canción y la segunda del poema de César Vallejo) parecen nacer de un anécdota común: la pérdida de los dos seres más importantes en la vida de un hombre: su madre y su amor.

Es totalmente loable la comparación que logra el autor con los versos de un poeta de la altura de Vallejo, la carga emotiva y la sensibilidad que refleja ante la misma experiencia… No tengo más que añadir.


Madreselvas

De: Luis C. Amador y Francisco Canaro

Así aprendí
que hay que fingir
para vivir
decentemente.
Que amor y fe
mentiras son
y del dolor
se ríe la gente.

Mala Sangre

¿A quién me alquilo?¿Qué bestia hay que adorar? ¿Qué santa imagen atacamos?¿Qué corazones romperé? ¿Qué falsedad debo mantener? ¿Sobre qué sangre caminar?

Arthur Rimbaud


No es sólo pesimismo lo que expresan estos versos, es también una denuncia subrepticia que delata a un mundo carente de valores, una sociedad en decadencia moral, seguramente la que vivimos todos los días en cualquier época. Sólo la sensibilidad de los poetas es capaz de hacer suya la voz de toda una generación. Quien lee un poema, escucha la protesta de un pueblo que quiere ser mejor.

Llama la atención lo equivalentes que son los versos de este poeta y los de Arthur Rimbaud: “Que fe mentira es”: “¿Qué santa imagen atacamos?”. “Que amor mentira es”: “¿Qué corazones romperé?”. “Así aprendí que hay que fingir para vivir decentemente”: “¿Qué falsedad debo mantener?”. “Del dolor se ríe la gante”: “¿Sobre qué sangre caminar?”


Silencio *
(Tango canción)

De: Alfredo Le Pera , Carlos Gardel y Pettorosi

El músculo duerme… la ambición trabaja…
Un clarín se oye… Peligra la patria…
Y al grito de guerra los hombres se matan
cubriendo de sangre los campos de Francia.

La primera oración (“El músculo duerme…”) no cobra sentido sino hasta que se contrasta con la siguiente (“la ambición trabaja…”) .El autor alude sin proponérselo, a lo poco visible pero corrosivas que son las ambiciones e intereses egoístas, que al final son las que dan pie al conflicto entre dos o más personas, al punto de causar muerte y destrucción. Palabras más abajo la canción dice:

Un coro lejano de madres que cantan
mecen en sus cunas nuevas esperanzas
silencio en la noche …Silencio en las almas.

Muy poéticamente el autor tarta de influenciar en el ánimo del lector, dándole una idea contraria a la precedente con el fin de ejemplizar y poner una cuota
de optimismo para el futuro. La ambición descansa, advierte, pero en las cunas se mecen nuevas esperanzas. En otras palabras: podemos cambiar las cosas en lo posterior; sólo hay que seguir teniendo espíritu.

(*) Hay que anotar que esta canción nació luego de que Carlos Gardel y Pettorosi visitaran un cementerio durante su estadía en Francia y encontraran juntas las tumbas de cinco hermanos muertos, como consecuencia de la segunda guerra mundial.

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