martes, 19 de febrero de 2008

Café Literario

POESÍA EN EL TANGO
(Parte Final)






Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com








Cambalache(*)

E. Santos Discépolo

“Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé, en el 510 y en el 2000 también.”

Hay que señalar en primer lugar que esta estrofa es apocalíptica en el sentido que fue escrita a comienzos del siglo XX y pronostica que el mundo será “una porquería” también en nuestro siglo, el XX, y es todo un acierto.

“Vivimos revolcaos en un merengue,
y en el mismo lodo todos manoseaos.”

“ Todo es igual; nada es mejor.
Lo mismo un burro que un gran profesor.”

Estos versos son aún más profundos , porque hacen referencia al sistema de cosas de una sociedad, donde los papeles se trastocan y un “burro” llega a valer lo mismo que un profesor . Es trágico ver a tantos profesionales con vocación, desempleados; y a tantas autoridades corruptas.

“Siglo XX, cambalache, problemático y febril,
el que no llora no mama
y el que no afana es un gil.(**)”

El tema se vuelve político cuando recordamos que a muchos de nuestros “padres dela patria” les gusta lo que aquí se llama la “mamadera”, o sea vivir del dinero del pueblo

(*)Cambalache: Aquí cambalache es tomado como sinónimo de desorden, entrevero.
(**) Gil: bobo.





Sus ojos se cerraron

De Alfredo Le Pera y Carlos Gardel

“Sus ojos se cerraron…
y el mundo sigue andando.”

El autor se vale de la figura sinécdoque (la parte por el todo) para no usar la palabra “muerte”. El resultado: la manera más sutil y poética de decirlo. Incluso la frase acapara el título de la canción y, sin mucho esfuerzo, su uso se podría generalizar y extender como metáfora de toda muerte.


“¡Por qué tus alas tan cruel quemó la vida!
¡Por qué esta mueca sinistra de la suerte!
Quise abrigarla y más pudo la muerte.”

El fatalismo cubre le poema . La suerte es la todopoderosa . Hace y deshace nuestra vidas a su antojo. El hombre no es libre. Uno no decide sobre su vida. La voluntad es subyugada por la suerte.

“Y escondida en las aguas de su mirada buena,
La muerte agazapada marcaba su compás.”

“Clavó en mi carne viva sus garras el olor,
y mientras en las calles en loca algarabía,
el carnaval del mundo gozaba y se reía.
Burlándose el destino me robó su amor.”


En estos versos el autor propone que la muerte está latente todo el tiempo y que la vida es sólo la apariencia de un mundo que cambia a cada segundo; que las cosas son bellas pero transitorias. Alfredo Le Pera hace también mención a la indiferencia de las personas ante el sufrimiento ajeno. Demanda la insensibilidad del hombre para con su prójimo. En este caso, la alegría de los otros le parece una burla a su aflicción.



Yira, yira(*)

Enrique Santos Discépolo

“Verás que todo es mentira,
verás que nada es amor.
Que al mundo nada le importa…
¡Yira…! ¡Yira…!”


“Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano ni un favor…”


“ Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres que vos apretás.
Cuando manyés(**) que a tu lado
se prueben la ropa que vas a dejar.”


El pesimismo llega su máxima expresión en este tango. Para el autor, todo el mundo miente, todo es apariencia : las personas , al contrario de lo que
Se piensa, adolecen de la capacidad de amar: luego vuelve el tema recurrente en los tangos, que es la indiferencia de la gente frente al pesar ajeno: nada de lo que a nosotros respecta le interesa a los demás si no es hasta que va en contra de sus intereses. El autor se vale del sarcasmo para sustentar mejor su actitudes pesimista frente a las
cosas.

(*)Gira
(**)Comprendas



María

Aníbal Troilo y Catulo Castillo

“Sabe Dios
por qué senderos de infortunio
paseará tu tristeza.
Y yo solo, con tu adiós
golpeándome el alma,
mientras la madrugada febril
de mi desesperanza,
me trae el eco alucinado
de tus pasos pequeños
que te alejan y la música
triste de tus palabras
que se van adelgazando
hasta el silencio.”


En esta glosa que antecede a la letra de la canción propiamente dicha pero que es parte de la composición original, encontramos el dibujo exacto de un cuadro depresivo a causa de un amor perdido. No es el amor terminado lo que llora el autor: es el objeto amado. “María” es objetivada en el recuerdo de su adiós: tus pasos pequeños que te alejan. El recuerdo es aciago (con tu adiós golpeándome el alma), por tanto su presencia lo lleva a la depresión (el eco alucinado) y no a la alegría. Tal es la objetivación del recuerdo que deviene en un fetiche cuyo alejamiento es capaz de exacerbar su dolor(la música triste de tus palabras que se van adelgazando hasta el silencio).



“Tus ojos eran puertos
que guardaban ausentes
horizontes de sombra
y un pasado de sol.”


Llama la atención el personaje de “María”, que el autor asocia a dos palabras clave: tristeza (por qué senderos de infortunio paseará tu tristeza) y oscuridad(Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes horizontes de sombra)


Mala suerte

Francisco Lomuto y Francisco Gorrindo

“Y yo soy como el jilguero
que aun estando en jaula de oro,
en su canto llora siempre
el antojo de volar.”




En este hermoso tango, el autor reflexiona acerca de la libertad del hombre, y llega a formar una concepción propia: un ser que ha nacido para ser libre (el jilguero), a pesar de tener todo lo que desea (en jaula de oro) manifiesta su instinto de buscar libertad(en su canto llora siempre el antojo de volar). Desde este punto de vista, la libertad no seria un ideal o un producto de la cultura, sino un instinto más, algo intrínseco al hombre que éste no puede evitar expresar.


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