martes, 19 de febrero de 2008

Punto Puntual

PLOP!







Por Pablo Lazo Valverde
Invitado






El problema de la delimitación marítima con Chile provocó toda una controversia con todos los tintes “patrioteros” que nos caracterizan cada vez que nos referimos a nuestro austral vecino. Se habló de Soberanía, Dignidad, etc., etc.

Lo cierto es que nada de esto se puede construir si no existe una Identidad Nacional, como hace unas semanas lo demostró una historieta publicada el día de la fundación de Lima en un conocido diario local.

El distraído dibujante en aras de defender nuestra posición ante Chile , demostró que no conocemos lo que amparamos, pues el famoso Condorito tiene un “mano a mano” con “NN” y no con un personaje de historieta de sabor nacional de su peso y relevancia, que sí los hay, y en cantidad …

La primera historieta peruana se llamó “Parece que la gente se olvida de mí”, contaba con ironía, las penas de un pollito acerca de la vida. Fue creación de Evaristo San Cristóbal, autor de notables ilustraciones y maestro de quien con el tiempo se convertiría en uno de los más destacados de la gráfica peruana de todos los tiempos: Julio Málaga Grenet (1886-1963).




La publicación “El leguito Fray José” fue un hito importante en nuestra historieta ya que introdujo la posibilidad de ilustrar una noticia real y fue también pionera en el uso del globo o bocadillo y el lenguaje coloquial. En las primeras décadas del siglo XX, aparecieron aportes de notable calidad gráfica como “Monos y Monadas” (1905) — una revista de carátula con audaces caricaturas y encabezados cruelmente satíricos— o “Fray K. Bezón” (1907), que mezclaba con ingenio las historias policiales y la sátira social y política.


Ya en la década de 1930, aparecieron revistas dirigidas al público infantil como “Cholito” y “Abuelito”.

En 1940 se publica la primera revista dedicada íntegramente a la historieta: “Palomilla” , que priorizó el cómic de aventura , inspirado en los cortos de acción norteamericanos . En la revista “Clímax”, paralelamente, aparece el personaje de “La Rayo”, de Pedro Challe , una historia policial protagonizada por una audaz y carismática mujer negra que era ladrona de las casas de Lima. “Pachochín, un hombre pegado a la letra” (1947), del Maestro Carlos Rose (Crose) fue la primera tira cómica nacional.













En 1952 el diario “Última Hora” les canceló el contrato a todos los creadores de historieta extranjeros. Haciéndolo con gran humor e ironía: colocando a clásicos como Sampietri , quien , por ejemplo, se acercaba al Pato Donald o Flash Gordon y les decía : “Adiós, ahora nos toca a nosotros”.


El siguiente número del diario anunciaba: “Historietas cien por ciento nacionales” Y aparecían además del criollo “Sampietri” y sus aventuras en pos de mujeres voluptuosas. “Serrucho”, un pequeño personaje vestido con poncho que hacía creer que era un inca cuando en verdad prefería el mambo; o “Boquellanta”, un negrito soñador enamorado de una niña blanca; o “Juan Santos” de “La cadena de Oro”, nuestro primer superhéroe, al que se le sumaría con el tiempo otro gran hito de la historieta local: “Supercholo” en 1957.









En la década de los 50, aparecen más revistas en los kioskos, como: “Tacu Tacu”, “Carreta”, “Rochabus”, “Loquibambia”, “El Trome”, “Zamba Canuta”, etc.














Desde 1953 a 1967 los escolares peruanos disfrutaron de la revista “Avanzada”. Por convenio con la Iglesia Católica, tenía corte cultural y fue material obligatorio en varios colegios, destacando los personajes de “Coco”,”Vicuñín” y “Tacachito” creaciones del genial Hernán Bartra (Monky) al que luego se le sumaría el pícaro “Manyute” , quien junto al “Chepar” de Juan Osorio, serían los personajes más queridos de las décadas siguientes.
















A mediados de los 60, se lanza con mucho éxito el comic "Historias Gráficas", y luego "Súper Sol". El diario El Comercio publica la tira "Selva Misteriosa" desde 1970 a 1974, siendo todo un suceso a nivel nacional. Editorial Inca tuvo un auge en los años 70s con el lanzamiento de algunos títulos (bajo acuerdo con Novaro) como “Batman”, “Llanero Solitario” y “Tarzán” (con un extraño número 0).


También en esta década tenemos a las revistas “Jarano”, “Los Inmortales”, “Recreo” y “Collera” (de corta duración). Similar a MAD, apareció también en la década de los 80s, la revista “Mundo Show” con excelentes parodias, y en las páginas de la revista política SI, encontramos al inmortal personaje "El Cuy", del gran Juan Acevedo.





Varias de las historietas que se hicieron desde comienzos del siglo XX marcaron a generaciones enteras, sin embargo, y pese a que son símbolo del género en nuestro país, como lo demostró la viñeta que motivó este artículo, son muy poco conocidas en la actualidad.


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