martes, 27 de mayo de 2008

El Viajero de la No Mente



EPISODIO III : HACIENDO UN CAMINO SIN ANDAR








Por Fabrizio Davelouis Valega
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fabrizioemptiness@hotmail.com










En ese momento Lucero interrumpió la conversación:

- Ya llegamos, amigos, bienvenidos a mi casa

Santiago bajo del auto y observó cómo Anoushka se acercaba a Lucero y le susurraba algo. Mientras lo miraba fijamente, Santiago tomó una actitud sabia y optó por la prudencia, desviando la mirada en ese momento.

Finalmente Rodrigo, Anoushka, Lucero y Santiago caminaron por el gran jardín de la casa de Lucero.

Los jardines eran amplios y verdes.Cerca de la casa había hortensias, grandes muy bien cuidadas, además de una bonita pileta al estilo renacentista. Al caminar por el lugar Santiago observaba y recordaba que de donde el venía no existían este tipo de cosas, su situación económica era extremadamente pobre, nunca tuvo un techo propio, tampoco conoció a sus padres. Ni siquiera ha visto alguna foto de ellos, sólo se imagina cómo pudieron haber sido, a pesar de que vivió en la casa de una tía hasta la edad de ocho años, pero luego se escapó para no tener que continuar soportando los maltratos y humillaciones.

Santiago tuvo una infancia dura, como muchas personas, pero su vida empezó a cambiar en la adolescencia. Tuvo mejores oportunidades pero en lo económico se mantuvo igual, tuvo en varios empleos, más bien, subempleos, siempre soportando el mísero sueldo. Sin embargo un día encontró un libro que le cambio la vida.

_Pasen, amigos, siéntense en la sala, vengo dentro de unos minutos – dijo Lucero y se retiró a dar instrucciones a las trabajadoras del hogar que tenía en su casa.

Inmediatamente Rodrigo se acercó al tablero del equipo de música y buscaba entre los discos compactos alguno para colocar, mientras tanto Anoushka se acercó a Santiago y le preguntó:

_Me he dado cuenta cómo miras a Lucero.¿Estás enamorado de ella?

_ Mmm… Enamorado es una palabra que no definiría con exactitud el sentimiento o los sentimientos que puedo sentir hacia ella – respondió Santiago.

_Bueno entonces ¿no vas a negar que ella es una chica muy bonita?

_No lo niego.

_Entonces, la amas ¿verdad?

_¿Tú qué crees?

_Que sí.

_Que sí porque ella es una chica bonita igual que tú, Anoushka. Ja, ja, ja – intervino Rodrigo.

En ese momento Anoushka se avergonzó y dijo:

_Ya vengo, voy a ver que está haciendo Lucero.

_Así que te estaba molestando Anoushka ¿verdad? – preguntó Rodrigo luego de que ella se fuera.

_Más o menos. Es que se ha dado cuenta que le tengo mucho cariño a Lucero.

_Bueno, amigo mío, una cosa es el cariño y otra es estar enamorado.

_Depende de qué se entienda por cariño y qué se entienda por estar enamorado – respondió Santiago.

_Así? A ver, habla.

_Para mí sentir cariño por alguien es eso: desearle todo lo bueno desde lo más hondo del corazón cada vez que pienses en esa persona. Estar enamorado es lo mismo, sólo que la palabra enamorado se utiliza cuando es una chica en especial, por la que tú sientes ese cariño, pero para mí el cariño es el mismo, son las palabras las que cambian.

_Entonces – dijo Rodrigo – si tú me dices que me aprecias yo debo preocuparme
porque puede ser que estés enamorado de mí. Ja ja ja – Rodrigo decía esto entre risas a pesar de que podía incomodar a Santiago, sin embargo él lo toleraba por que apreciaba a su amigo a pesar de las bromas que siempre hacía.

_Ja ja ja ,ya quisieras – le dijo Santiago

_Bueno, amigo, a Lucero también parece que tú le gustas. ¿Qué te parece eso?

_Mmm, eso puede no ser algo tan positivo como tú crees.

_Pero ¿por qué?








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