martes, 27 de mayo de 2008

Editorial

EDITORIAL




GRUPO PERÚ nació con la intención de formar una especie de selección de fútbol pero cultural. Pensé en todos aquellos que se encuentran ahora en el grupo y en algunos más que ya no están, nunca estuvieron o todavía no lo están. Pensé en reunirlos así como se piensa en el último deseo antes de la muerte. En sueños los había visto juntos. Mucho menos pensé que yo podría unirlos. Estaba convencido, sin embargo, que con este grupo sería invencible en el camino hacia un cambio en mi país y contra todo aquello que quisiera derrumbar este anhelo. Estoy seguro que si no los hubiera intentado reunir, habría cometido uno de los más grandes errores de mi vida.
Con el tiempo, como si el grupo hubiera estado en mi destino, descubrí que no sólo era el interés por la cultura lo que teníamos en común. Compartimos también las mismas perspectivas de la realidad y preocupación social. Concordamos en que tanto en nuestro país como en el mundo existe una tendencia anticultural e idiotizante, que se traduce en una debacle moral y educativa. Los únicos paradigmas a seguir son los de la televisión, y si la educación no sirve para ganar dinero entonces no vale de nada el sacrificio de pensar. Todo es visto desde una perspectiva utilitaria y hedonista. Y estamos tan revolcados en este lodo que no nos damos cuenta que aquellos modelos importados y bulliciosos sólo cumplen su misión de embrutecernos, mantenernos fuera del poder y conservar un sistema de cosas que sólo favorece a unos cuantos.
Se hace necesario, pues, que no sólo GRUPO PERÚ sino muchos grupos más empiecen a preocuparse ora por que las personas que no tienen nada que ver con la cultura tengan acceso a ella pero sobre todo que la comprendan, ora que se establezcan legítimos paradigmas (viejos o nuevos) que le muestren a las personas, de una vez, que no son meros instrumentos económicos, ni números en una tabla estadística, sino que también podemos pensar por nosotros mismos, luchar por nuestros ideales y aspirar a cambiar nuestra actual situación.
GRUPO PERÚ aun está en pañales, pero no tengo dudas de que se ha formado un grupo sui generis por lo menos en la capital y que, de crecer nuestra voz, haremos efectivo nuestro compromiso de reivindicar a nuestro país frente a sí mismo y frente al mundo.
GRUPO PERÚ no pretende ser la cabeza ni el Mesías del cambio, pero tampoco podíamos quedarnos sentados a esperar que nazcan los genios o predestinados para dar el primer paso. No perseguimos la trascendencia, nos gusta hacer cosas trascendentales, que no es lo mismo. Mejorar nuestra situación presente, con eso estamos satisfechos y bien pagados. Nacimos recién ayer pero tenemos una firme convicción y toda la pasión para no traicionarnos a nosotros mismos y no claudicar ante las piedras del camino. Les pido le den la bienvenida este grupo en su vida, porque hemos venido a quedarnos.




G. P.

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