domingo, 2 de marzo de 2008

Cafe Literario

LO LIMITADO ES NO SABER







Por Oscar Perlado Rodríguez
Comentarios: shagyetc@hotmail.com









Este artículo surge a propósito de otro publicado por El Comercio en su suplemento de actualidad cultural El Dominical, acerca de la lectura infantil, el domingo 3 de febrero del presente. A mi modo de ver, el tema está mal enfocado porque presupone lo siguiente: que nuestro país mejorará en cuanto nuestros niños lean más literatura. El artículo apunta a darnos tips sobre cómo ser más imaginativos y, en consecuencia, leer más. Pero si el problema del peruano es la lectura, por qué queremos que imagine si no todos los libros buscan este fin en el lector. Los únicos libros que nos hacen imaginar son los de literatura o, en su defecto, de pretensiones literarias; pero la literatura no abarca precisamente todo el espectro del conocimiento humano.

Lo extraño es que el mismo Mario Acha(*) _ en quien Jorge paredes se inspira para elaborar su artículo_ nos dice: “ El punto no es leer, que finalmente es solo una herramienta para llegar al conocimiento, sino que el niño vuelva a recuperar la imaginación”. Y tiene razón, en parte, porque la lectura no es la única forma de desarrollar la inteligencia del niño. En cuanto a lo de recuperar la imaginación, me parece que la realidad es que a cualquier colegial no se le puede exigir el mismo nivel de inventiva que el de aquel amiguito que gusta mucho de la lectura, escribe o dibuja. Primero porque la imaginación no se exige, es algo con lo que se nace; y segundo, por que no sólo la genera la lectura.

Es de este modo que nos damos cuenta que el tema en verdad no es la imaginación sino la inteligencia, que debe ser la verdadera preocupación de los educadores, ya que es la misma potencialmente en todos y que puede desarrollarse. Lo que hay que promover en las escuelas es la capacidad de discernimiento en los alumnos y el sentido crítico frente a su realidad. El Perú saldrá adelante en cuanto podamos entender claramente lo que sucede a nuestro alrededor y tengamos la capacidad de reaccionar frente a ello, puesto que no se puede pedir que tengamos el mismo interés por la literatura o la lectura que los intelectuales (que hoy por hoy no sabemos bien qué hacen por nosotros además de vendernos sus libros.)

Hay que apuntar también que el predominio de lo visual por estos tiempos, no es lo que castra el desarrollo intelectual ni tampoco la imaginación del niño. La Internet y la televisión no son las que embrutecen directamente al hombre; es lo que se busca en la primera y lo que se difunde en la segunda lo que degenera nuestra mente. Son los dueños de los canales y los usuarios, respectivamente, los responsables directos de las nefastas consecuencias sobre la educación que trae el uso de estas tecnologías.
Los paupérrimos contenidos de los programas que vemos por TV son los que atrofian nuestro entendimiento, pues éstos son tomados por el televidente como único referente de lo que es su realidad, como verdad absoluta (si sale en la televisión, existe); y en consecuencia, asume lo dicho en aquélla como esteriotipo de vida, como modelo a seguir.


Esperemos, pues, que se tengan en cuentan estos puntos de vista en el Plan Lector que se dice, en el referido artículo, es promovido por nuestro Ministerio de Educación desde hace dos años. Que no se enfoque el tema por el lado de la imaginación ni de la fijación en los textos literarios, sino por el de la preocupación real por lo que sucede en nuestro país y el del criticismo

(*) Ingeniero, cineasta y experto en procesos educativos.

2 comentarios:

Andrea dijo...

"El Perú saldrá adelante en cuanto podamos entender claramente lo que sucede a nuestro alrededor..."

¿cuánto del criterio es una copia a carbón y cuánto de éste es racionalizado realmente? Difícil saberlo, al final queda autoexaminarse, porque lo grave de ser ignorante-no es serlo(*)- es porpagarlo.

(*)una vez que sabes que no sabes puedes aprender.

Andrea dijo...

Saludos Óscar!


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