domingo, 2 de marzo de 2008

Punto Puntual

MARTÍN VS. MARTÍN








Por Martín Barrera Tello
Comentarios:
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28 de febrero de 2008. El Martín Rivas que toda la opinión pública vio y escuchó a través de los medios de comunicación distaba mucho de aquel hombre lleno de resentimiento ante Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, a quienes acusaba de convertir al Ejercito Peruano en una institución miserable.

Ahora, al acusado más celebre en este proceso después de Alberto Fujimori (coprotagonista, al igual que Montesinos Torres, de la puesta en escena judicial y mediática de los acusadores del ex jefe de Estado), parece no importarle su imagen, su palabra o su honra a cambio de salir bien librado de una acusación que, de ser probada, le costaría 25 años de pena privativa de la libertad.

La confirmación de su testimonio el 29 de febrero (fecha poco común) debe de servir, más que para sacar conclusiones ligeras a favor o en contra de una de las partes, para recordar quién es el personaje al que muchos satanizan y consideran un ícono de la dictadura, la opresión y la muerte de la década pasada.
La prensa habló por primera vez del Mayor del Ejército Peruano Santiago Martín Rivas a fines de 1992, y fue acusado como el presunto líder del Comando de Liberación Nacional (Colina), grupo que trabajaba en paralelo a las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo y a quien hoy se le adjudica la autoría de los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta.
En 1994, fue condenado por la Justicia Militar a veinte años de prisión por la matanza en la Universidad La Cantuta. Un año más tarde, recibió la amnistía y recobró su libertad. En el 2002 brindó declaraciones sobre el tema Colina a algunos periodistas que, como en el caso de Umberto Jara, registraron los testimonios y hasta los usaron como base para la publicación de un libro.
Gilberto Hume, conocido periodista, fue otro personaje que habló con Martín Rivas. Según su testimonio, el acusado de liderar Colina le dijo que este grupo no era clandestino, sino un destacamento que formaba parte de la estructura militar y que trabajaba de manera secreta, pero que los altos mandos sabían de su existencia. Además, afirmó haber participado en los hechos de Barrios Altos y La Cantuta, pero dijo que no se arrepentía de nada porque era sólo un soldado que cumplía órdenes.
Según Hume, confesó también que su relación con Vladimiro Montesinos era mala y que por esta razón, el ex asesor presidencial había planeado matarlo; que había sido el autor de un manual antisubversivo; que tuvo mucha confianza con Hermoza Ríos, a tal punto que alguna vez tomaron tragos juntos; que en el grupo Colina recibía órdenes directas de su jefe, el general Juan Rivero Lazo; y que de ellas estaban enterados Fujimori y Hermoza.Ese es el perfil, antes del día de su participación en el juicio de Alberto Fujimori, de un Martín Rivas que hoy lucha contra sus propias palabras




1 comentario:

Anónimo dijo...

Se aplauden las iniciativas como ésta, saludos amigos de la Villa - Álvaro Soto